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Hay gestos que se deben aplaudir, destacar y por supuesto contar: en una sociedad que muchas veces es gris, iniciativas como la impulsada por Santiago Morning regocijan el alma y llenan el espíritu.
Durante el partido ante Santiago Wanderers -jugado esta tarde- un sector de la tribuna del estadio Lautaro de Buin, acaparó miradas y concentró la atención de los espectadores: el bullicioso, ingenuo y pueril aliento de una animada barra bohemia que cantó y cantó. Había puntos trascendentales en juego y así lo entendía también el grupo de pequeños, que, correctamente vestidos con la indumentaria de Santiago Morning, se hicieron sentir en reiteradas ocasiones. Durante todo el primer tiempo, alentaron sin descanso…
“¡Penal para el Chago!”, comentaba uno de ellos, “offside”, señalaba otro y así, en medio de las consignas a favor de los bohemios, analizaban también, con la curiosidad e ingenuidad propia de la bella etapa de la niñez, todos los pormenores del duelo que animaban metropolitanos y porteños.
Sentada próxima a quien escribe esta nota, una integrante de un medio de comunicación que sigue a Santiago Wanderers – Wanderers de Todos- se fijaba en los pequeños y destacaba la iniciativa. “Así se genera identidad”, coincidimos.
En medio de esta conversación, que transcurría mientras en la cancha sintética la refriega futbolística era sin cuartel, la cámara de PrimeraBChile se giró hacia los pequeños, primero para capturar fotografías de la animada barra bohemia, luego para conseguir un video.
Poco más allá, en lo que ya se ha convertido en un verdadero clásico en los partidos de Santiago Morning, el hijo de Fernando Manríquez, mediocampista bohemio, no paraba de darle con todo al bombo.
Para contar con esta barra, Santiago Morning dispuso, lógicamente, del ingreso sin costo alguno de los pequeños integrantes de su escuela de fútbol. Los padres de los menores tuvieron acceso a una entrada a precio rebajado.
“Me parece espectacular, se lo hacía partícipe a don Luis Faúndez (dirigente de Santiago Morning), que ojalá en todos los partidos vinieran los chiquititos, porque le dan un ambiente distinto, le dan un ambiente familiar, más que este estadio se da para eso y a los jugadores les hace bien, los jugadores viven un poco de eso y se alimentan de mucho ego, la foto, los autógrafos, más nosotros todavía que estamos en una situación especial. Me parece espectacular que se llene de niños los estadios”, comentó el técnico del cuadro de la V negra, Luis Marcoleta.
Para los jugadores, el apoyo de quienes sueñan el día de mañana vestir la casaquilla del “Chago”, no pasó desapercibido. “Contento, nosotros somos a veces los jugadores a seguir de ellos, para nosotros siempre es importante que nos estén apoyando, feliz porque nos vengan a apoyar, obviamente también darles una alegría, en el sentido de sacarse una foto, compartir con ellos, que sigan viniendo no más”, expresó en conversación con PrimeraBChile, el delantero Gonzalo Tapia.
Opinión similar a la de su colega de ataque, el argentino Damián de Hoyos. “Muy lindo, nos hicieron ver un cariño muy grande, una lástima que no les pudimos regalar un triunfo, pero por lo menos un empate, tratamos de sumar y de dejar una buena imagen. Brindaron su apoyo, se los agradezco mucho y a los padres también porque hicieron un gran esfuerzo“.
Así se genera identidad, se disfruta el presente y se construye el futuro. Sin duda, una experiencia que los integrantes de la escuela de fútbol de Santiago Morning atesorarán y recordarán con cariño. Un estímulo más para llegar a ser jugadores profesionales de un club que hoy sufre en la tabla de posiciones de Primera B, pero que dio una cátedra, con un gesto sencillo y humano, que tiene un valor inconmesurable para las futuras generaciones.
¡Que se viralice y sobre todo, que se imite!
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