En este fútbol empresa, hay un claro desequilibrio y un ordenamiento legal, aplicado para beneficiar a 33 clubes que se reparten la torta del Canal del Fútbol, dejando al margen a los 12 equipos que actualmente compiten en la segunda división profesional.
Como la palabra justicia la borraron del mapa y se trata solo de pelear por intereses propios, la segunda división profesional está botada, marginada, prácticamente sin apoyo, haciendo malabares cada año para sobrevivir. No recibe dineros por concepto de televisión, no tiene voz, mucho menos voto, en el consejo de presidentes.
Una década sin soluciones de fondo. Por lo mismo, las instituciones que dan vida a esta división, se cansaron y advirtieron a la ANFP que están dispuestas a ir a la justicia para “defender sus derechos”.
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