Es el jugador insigne, el emblema, el capitán. Mauricio Salazar lleva en la piel, el color granate de Deportes La Serena, camiseta que ha defendido en tres ocasiones.
Eximio conocedor del camarín y la interna de la institución, el Ingeniero en Minas, accedió a conversar con futbolprimerabchile.cl y adelantó los desafíos que deberá afrontar el club en el campeonato que arranca, luego de un complejo primer semestre.
“Fue difícil. Nunca esperamos estar en la situación en que nos vimos envueltos, sobretodo con el tema del promedio, porque dentro de todo, hubo equipos con peor rendimiento que estaban salvados cinco fechas antes de finalizar el campeonato. La categoría es más complicada de lo que me había imaginado”, indica.
Agrega que nunca esperó afrontar un panorama tan adverso. “No encontramos una fisonomía de juego y la pista se fue poniendo más pesada, pero no imaginé pelear hasta la última fecha para mantener la categoría. Nunca en mi carrera había pasado por algo así, en un año y medio pasar de primera a tercera, fue una pesadilla”, agrega.
Es que aunque vivió un descenso en 1999, el golpe fue más fuerte en esta ocasión. “El club era muy sólido y al bajar nos faltaba de todo, en ese tiempo era mucho más difícil porque no estaban los aportes del CDF. La diferencia es que estaba mucho más joven, recién empezaba y no tenía noción de lo que era jugar en primera, por eso me afectó mucho más esta crisis”.
Con la experiencia que dan 14 años en el profesionalismo, el ariete es voz autorizada para marcar, los que a su juicio, fueron los yerros que derivaron en el descenso y el complicado semestre recién superado. “No se tomaron buenas decisiones en momentos claves del campeonato en primera y peores en segunda. No se hizo una buena gestión”, revela.
Pero al margen de los errores cometidos, llega el tiempo de un nuevo campeonato y también una nueva oportunidad. En la hinchada, como es lógico, existe la ilusión de volver al fútbol grande, aunque el atacante prefiere aterrizar las esperanzas de los forofos papayeros.
“El ascenso no es un objetivo realista en estos momentos. El club está en una etapa de reestructuración y orden institucional, pero eso no nos quita la ilusión, sabiendo que estamos en desventaja respecto a otros equipos. Si estamos en la dirección correcta no lo sé, los resultados y la estabilidad institucional lo dirá, pero sin lugar a dudas estamos mejor que el campeonato anterior”, destaca.
La mesura de Salazar se explica en parte, por la poca cantidad de refuerzos que han arribado hasta la Cuarta Región, aunque algunos de ellos tienen buen cartel. “Pato Rubina es de casa y es un muy buen jugador que aporta mucho al equipo. Además Juan Silva es un jugador joven que tiene mucha experiencia, sabemos que va a ser un gran aporte. Esperamos otros dos refuerzos más”, acota.
Pero si el retorno a la categoría de honor, asoma ahora como un sueño, hay otra tarea que es imperativa cumplir en el elenco granate. “Siempre va a ser un objetivo ganar los clásicos a Coquimbo y esta no va a ser la excepción”, afirma.
Misión para la que deberá aportar con goles y de eso Salazar sabe mucho. El 16 de julio, el artillero convirtió ante Cobresal su tanto 100 con la camiseta de Deportes La Serena. “Nunca soñé con anotar 100 goles, ni menos, ser el goleador histórico del club. No soy centrodelantero, siempre jugué de puntero o volante por izquierda, por lo que se supone es más difícil convertir. El primero lo marqué el 99 a Iquique, a Nelson Cossio le hice dos goles, fue una de las experiencias más lindas de mi vida. Convertir 100 goles en La Serena me llena de orgullo y felicidad”.
Lógico, lleva el granate estampado en la piel. De hecho, pudo emigrar, pero el sentimiento que le provoca el club, le impidió buscar nuevos horizontes. “Tuve opciones en Wanderers y otros equipos de primera a comienzos de año, pero el cariño por la institución fue más fuerte. Espero retirarme dejando al equipo en primera”.