Ya es definitivo. Según el propietario de Rangers, Felipe Muñoz, la Asociación Nacional de Fútbol Profesional, (ANFP) y Estadio Seguro no autorizaron que el conjunto rojinegro ejerza como dueño de casa en el Estadio Fiscal en los partidos ante Wanderers -abre la segunda rueda de competencia – y Cobreloa. El conjunto talquino deberá buscar recinto para ambos encuentros.
El principal reducto deportivo de la capital del Maule está siendo ampliado y es cierto que presenta algunos inconvenientes, sobretodo en los accesos. Sin embargo, lo resuelto por la autoridad es sencillamente ridículo. Denota un total desconocimiento y reafirma esa percepción de que quienes toman las decisiones en Chile, viven en un mundo paralelo. Con una buena coordinación entre los clubes, perfectamente se pudo llegar a una salida mucho más apropiada. Pero los iluminados de siempre, creen que la hacen linda.
Veamos. El promedio de público este año para Rangers como local, no supera las mil 700 personas. Se le pudo dar 170 entradas a la visita y reducir aún más el aforo, dejándolo en menos de 2 mil personas. Actualmente, con todos los trabajos en marcha, bordea los 3 mil.
Sigamos. Según la información que manejamos, La Granja de Curicó aparece como opción. ¿En qué pensaban? Para que juntar en las mismas ciudades a hinchas de Curicó, Rangers y Wanderers. No tiene sentido. Siempre hemos abogado por el respeto entre los hinchas, pero no podemos tapar el sol con un dedo, no todos entienden que esto solo trata de una rivalidad futbolística. Un partido en Curicó, demandará mayor gasto en seguridad para el local, también para el Estado, que deberá movilizar a Carabineros, con el fin de prevenir cualquier inconveniente. Llevar este compromiso y el duelo con Cobreloa a La Granja, es la anti-solución.
Chillán también reporta inconvenientes. Ya hubo algunos problemas en el partido pasado entre Rangers y Ñublense por una pésima coordinación de la ubicación de los hinchas en el partido jugado en Talca. Eso es solucionable. Mucho más complejo es operar en un espacio donde hay que mover buses, controlar accesos y desplegar un operativo similar al que sería necesario en Curicó.
Para que hablar de Linares. En el pasado hubo incidentes entre las barras del club de esa ciudad y los de Rangers. Al 2010 nos remontamos. Incluso Rangers fue vetado para usar ese estadio.
Sigamos. No hay ningún respeto por el abonado que sacrificio económico de por medio, respaldó desde el comienzo a su escuadra, sin saber como sería la campaña. Ahora deberá acomodarse a los genios que cambiaron el partido a otra ciudad. ¿Quiere más? En Talca, el hincha rojinegro valora la tranquilidad y buen comportamiento de los seguidores de Cobreloa, se les respeta su historia. No hay antecedentes de problemas entre los “barristas”. Los hinchas de Wanderers y Rangers también se profesan mutuo respeto. Así como los medios de comunicación se usan para mostrar y sobredimensionar la violencia, se podrían destacar gestos como este.
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Todo lo anterior, deja en pedazo el discurso que dice que quieren a la familia de vuelta en el estadio. Estadio Seguro pone trabas y trabas para que el ciudadano de a pie, el común y corriente, el hincha que solo quiere ver a su equipo, vaya al estadio. Quieren un estadio seguro, vaciándolo. Se revisa indiscriminadamente a la gente, como si se tratara de delincuentes de la más alta peligrosidad y no se apunta a los focos donde realmente están los problemas. Ahora se les ocurre cambiar el partido para que no vaya nadie. Insisto, ridículo.
Es fácil echar a la gente del estadio y esgrimir argumentos rebuscados, dejen de mentir, su discurso es puro humo.
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