Historia repetida en Quillota. Tal como en los últimos años y en particular el 2021, San Luis está protagonizando un inicio de competencia para el olvido. Este martes cayó en casa ante Magallanes 2 a 0 y de seis unidades posibles, no ha logrado rescatar siquiera una.
La derrota a manos de la “Academia” se sumó al traspié sufrido en la primera fecha, cuando se inclinó ante Cobreloa, 2 a 1, como visita. La hinchada se desahogó, cantó contra la directiva, recordando las pésimas campañas de los últimos años, pero eso no alcanza para revertir, por ahora, un panorama que comienza a asemejarse al de la temporada anterior.
En ese año, los amarillos debieron aguardar hasta la undécima fecha para abrazarse en cancha -triunfo por la mínima ante la UDEC- aunque posteriormente, recibieron tres puntos por secretaría, de la octava jornada, debido al error de San Marcos en la inscripción de Zederick Vega.
El equipo por ahora no camina, la tabla ponderada puede volverse un dolor de cabeza, pero el técnico Nicolás Vazzoler, no contempla otros refuerzos pese a que el libro de pases continúa abierto.
“Yo lo he dicho, nosotros estamos conformes con los jugadores que han llegado, estamos conformes con lo que la directiva nos proporcionó, como nos permitió también armar el grupo, un grupo joven, sin duda, pero que estamos convencidos que hemos armado un buen plantel”, afirmó.
En esa línea, agregó que “si llega un jugador más o no, dependerá de que ese jugador que llegue sea un refuerzo en concreto y no sea para acumular gente, hoy por hoy no hay ningún nombre que aparezca en el horizonte como una posible solución a lo que uno cree sería reforzar con una cierta jerarquía, alguna posición, veremos como se da esta semana…esperábamos todos otro inicio pero en cuanto a los jugadores, llegará alguno si creemos que está por encima de lo que ya tenemos en el plantel, si no, no llegará nadie más”, enfatizó.
Consulltado por la debilidad emocional de su escuadra, en especial tras el primer gol de Magallanes, indicó que “somos seres humanos que sentimos, que vivimos de emociones, el futbolista vive una montaña rusa de emociones, mientras compite, mientras juega, eso es una realidad, el fútbol es contagio, es motivación, es emoción permanente y pura. Uno tiene que entender, pedir paciencia, o tratar de pedir comprensión es muy difícil pero la realidad es que cuando un equipo busca, busca y no encuentra a partir de esa búsqueda, el bajón es natural”.
“Como cuerpo técnico somos responsables de poder generar mayor estabilidad emocional en los jugadores…si nosotros, creo, hubiésemos tenido la posibilidad de abrir el marcador, nuestros futbolistas hubiesen desplegado su mejor versión”, cerró Vazzoler.
Fotografía Alexis Chávez/Prensa San Luis.
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