Por momentos, con el triunfo de San Marcos sobre Deportes Valdivia, Ñublense estaba llegando como único colista de la categoría a la última fecha, en la que debe recibir a otro equipo complicado con el descenso: Deportes Copiapó.
Sin embargo, los “Diablos Rojos” pusieron lo que hay que poner en este tipo de partidos y están a un paso de la salvación. De ganar al “León” de Atacama la próxima semana, sellarán su presencia en el ascenso una temporada más. Poco eso sí, para un equipo que hace algunos años incluso jugaba copas internacionales.
Lo de hoy fue una prolongación de lo que ha sido la temporada 2018. Drama, drama y más drama. ¿Más pelos a la sopa? En los 19′, Lucas Cano abría el marcador para el dueño de casa aprovechando errores de la zaga del elenco de Chillán. Todo parecía muy cuesta arriba.
El pueblo ñublensino tendría algo de calma en los 31′, cuando Emiliano Pedreira clavaba la paridad, dejando todo tal como estaba hasta antes de esta fecha porque en paralelo, San Marcos empataba con Deportes Valdivia. Así se iban al descanso.
Seguramente, las alarmas se volvían a encender cuando en Chillán se enteraban que San Marcos le ganaba a Deportes Valdivia. Pero llegó el desahogo, el respiro después de tanto sufrimiento. El partido se iba, La Serena no quería perder porque era la despedida de su insigne capitán Mauricio Salazar; sin embargo, aparecía Federico Mateos en los 88′ para clavar el definitivo 2 a 1. La permanencia está al alcance de la mano.
Ahora a concentrarse en este trascendental duelo ante Copiapó. La Serena en tanto, ya planifica la temporada 2019, con la enorme presión que es altamente probable que su archirrival, Coquimbo Unido, vuelva a ser de primera división.
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