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San Marcos de Arica está en la búsqueda de nuevos talentos. El cuadro de la puerta norte de Chile está empeñado en dar vida a las categorías 2011 y 2012, tarea que ha llevado al gerente general del club, Julián Rodríguez, en compañía de Víctor Barría, jefe del cuerpo técnico de las divisiones menores a recorrer las polvorientas canchas del fútbol amateur ariqueño.
Las canchas secundarias del estadio Carlos Dittborn – tres son de tierra, una cuenta con un ya en mal estado pasto sintético- concentran importante actividad. Ahí enfocan su mirada Rodríguez y Barría.
“Estamos formando esas categorías (2011 y 2012). Tenemos dos procesos regulares: pruebas de inscripción por cupos, donde hacemos una semana para poder evaluarlos de mejor manera, luego vamos a las canchas amateur. Para eso, tenemos muy buena comunicación con gran parte de los equipos que dan la chance de que podamos nutrir las categorías del club y lo que agregamos ahora es descentralizar esa búsqueda en Arica y poder ir a Azapa y lugares alejados, como Putre, localidad en altura, donde hay 3 mil personas por ejemplo, y brindarle a la comunidad de que puedan crecer esos niños representando al club de la ciudad“, cuenta a PrimeraBChile, el gerente general de los “Bravos”, Julián Rodríguez.
Las canchas del fútbol amateur ariqueño han sido escenario del surgimiento de talentos. Sin ir más lejos, en ellas se crió Bayron Monroy, hoy destacado delantero del primer equipo de los nortinos. La idea es precisamente esa, captar a nuevas promesas.
“Estamos analizando, según la cantidad que encontremos, vamos a ver si armamos completa (2011 y 2012) o la unimos. Siempre va a estar asociado a como estén las búsquedas con las pruebas, porque también hicimos pruebas en el complejo, pero nos pillamos con jugadores que no fueron a las puebas y los vimos ahora en las canchas”, detalla el directivo de San Marcos.
La relación con los clubes que dan vida al fútbol amateur de Arica es clave. “Tenemos esa data, por cantidad de jugadores, que clubes de barrio nos proveen mayor cantidad y con ellos tratamos de tener siempre una buena relación, porque no es casualidad que algunos proveen más que otros. Uno es María Vargas, otro es PSG Arica y otro es Esmeralda.
Hace algunos días, Rodríguez visitó un cerro en el que habitan inmigrantes y que jugaban por un club de Unión Española. “Había tres jugadores excepcionales, no habían llegado a las pruebas, no estaban al tanto, porque tampoco podemos pensar que el 100% de la gente ve las redes sociales del club, los terminamos anotando”.
El tema inmigración también repercute en la captación de talentos. Hay jugadores que podrían brillar el día de mañana, que ni siquiera están registrados legalmente en Chile. San Marcos de Arica ya tiene una política para ellos.
“Hay algunos que son extranjeros y están en condiciones de ilegales, no los puedes registrar como jugadores del club mientras no regularicen su situación. Lo que tenemos que hacer es hablar con los papás y ellos autodenunciarse, después viene todo un proceso para regularizar y dejar a los niños. A los niños los apoyamos con todo y los dejamos entrenando hasta que puedan regularizar”.
En las polvorientas canchas del fútbol amateur, San Marcos de Arica está en la búsqueda de nuevos talentos, una búsqueda que esperan extender a otras zonas y que no escapa a un fenómeno característico de la globalización: la inmigración.
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