El partido era clave para los rojos de Chillán, que se encuentran entreverados en la lucha por permanecer en la primera B del fútbol chileno. Al frente, un Rangers que a pesar de ser el equipo como mejor rendimiento en condición de visita, llegaba prácticamente sin chances de alcanzar la postemporada y luchar por el ascenso.
El equipo local salió con todo en busca de la apertura de la cuenta y el duelo se disputaba muy cerca de la portería defendida por Yair Bonin. Por eso no causó sorpresas cuando en los 10 minutos José Luis Jiménez estuvo muy cerca de abrir la cuenta para el local; el balón caprichosamente dio dos veces en el vertical pero no entró. Sería un presagio de lo que vendría para los diablos rojos.
Con el correr de los minutos el visitante fue emparejando poco a poco el juego pero sin lograr crear reales opciones de gol. A esa altura el Morning caía ante La Serena lo que obligaba a los piducanos a ir por la victoria para mantener una leve esperanza de entrar en la liguilla.
En los 33 minutos nuevamente Bonin estuvo notable para evitar la conquista de José Luis Jiménez que a esa altura era el jugador más peligroso del anfitrión. Tres minutos después Franco Ragusa respondió para los rojinegros y Sebastián Contreras envió al tiro de esquina en una de las pocas intervenciones del meta rojo.
En la segunda mitad se mantuvo el dominio local; los dirigidos por Germán Cavalieri seguían buscando con ímpetu la apertura de la cuenta pero se encontraban constantemente con la buena actuación del meta Bonin o con la propia impericia de sus jugadores en la puntada final.
Momentos antes del término del encuentro, los ánimos se caldearon sobre el terrreno de juego y también en las galerías, cuando el meta talquino, acusó la caída de proyectiles en su área, lanzados obviamente por la hinchada local que a esa hora se sentía impotente por el resultado. Lo mismo ocurrió con el histórico jugador chillanejo, Sebastián Varas que debió irse anticipadamente al camarín por un entrevero con José Pablo Varela quien también vio la cartulina roja.
Empate que no dejó satisfecho a nadie pero que al menos a los rojinegros les hace olvidar cualquier posibilidad de enredarse con el descenso a la segunda división profesional de nuestro fútbol. A pesar de tener aún opciones matemáticas, los talquinos ya deben comenzar a planificar la siguiente temporada y a dejar atrás el fracaso total que resultó el primer año del accionista Felipe Muñoz en el club.
Más oscuro aún es el panorama para los de Chillán; a falta de disputarse dos fechas, los diablos rojos se encuentras solo dos puntos por sobre San Marcos de Arica, colista absoluto del torneo pero que tiene un partido menos disputado. De ganar los dos encuentros que le restan , Ñublense sumaría 35 unidades, mientras que los ariqueños podrían sumar 36 unidades.
En la siguiente jornada, que será de infarto, los de Chillán deberán enfrentar a Deportes La Serena en la cuarta región mientras que San Marcos recibirá a Deportes Valdivia en el Carlos Dittborn.
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