Lo primero que pienso al sentarme frente al computador, es el día de mi nacimiento pues al gran deseo de la llegada del primer hijo y como buen pelotero, mi padre esperaba un “niño hombre”, ya que era la prolongación del fútbol en la familia, pero fue una “niña mujer”; cosa que mi madre tuvo que pagar viniéndose en micro a la casa (hasta ahora se lo recordamos cuando queremos reírnos) en ese momento creo que fue la transferencia de la pasión por el deporte rey. Así comenzó mi historia con el fútbol, entre partidos, fines de semana de estadios, crecí en medio de conversaciones del único deporte que se practicó en mi entorno, con el tiempo hermanos (perfectamente podrían haber sido futbolistas), alentando a nuestro querido ULC…
La motivación de escribir es justamente la mirada de los que hemos visto el fútbol como parte de los momentos que construye la pasión, que modela los recuerdos de infancia siempre ligado a un encuentro con un grito de gol, un evento familiar cuando íbamos a ver al tío que era futbolista profesional, pero esos pensamientos drásticamente se ven diluidos cuando no entendemos en que momento el dinero, poder y política lo traspasó como un rayo, y muchas veces casi ni se habla de lo que ocurre dentro de la cancha…la magia de ver al equipo con la camiseta de nuestros amores se fue tiñendo de un manto insospechado, de un tiempo a esta parte todo cambió, incluso el romanticismo de llegar al estadio mutó a unos fríos anillos de seguridad, ahora somos registrados como si fuéramos a la guerra…
Un paro del SIFUP que modifica comienzo del campeonato nacional con demandas absolutamente pertinentes y lo peor: peticiones básicas que ni siquiera deberían estar en discusión, las famosas S.A. que irrumpieron con los pergaminos que serían el salto cuantitativo del fútbol chileno hacia la modernidad y profesionalismo, que nos haría posesionarnos como la nueva potencia futbolística al mundo; al final un mal intento, porque no tenían en cuenta que nuestro querido Chile no estaba preparado legal y menos culturalmente para modelos estructurados en los cuales se debe funcionar con personas “adecuadas” que tengan más allá del negocio una postura real de hacer crecer el balompié desde sus bases, la crisis del fútbol tiene aristas insospechadas que a veces ya no quiero ni seguir escuchando, es peor que telenovela venezolana o película de conspiración, y aquí donde en mi cabeza se instala la frase…”el deporte hace una mejor sociedad”… aunque los hinchas no podremos perdonar el daño inmenso que se ha producido a nuestro fútbol, desde las políticas gubernamentales pasando por una ANFP que ha sido cultivo de poder y vanidades, S.A. absolutamente cuestionadas, ¿qué tiene que pasar para que todo esto se ordene? ¿Realmente pondrán el bien del fútbol sobre intereses personales y empresariales? ¿Asumirán responsabilidades los políticos por no haber hecho leyes adecuadas en el deporte?
No hay preguntas tontas, dicen, pero las respuestas a estas deben ser más que tontas……difícil concentrarme cuando veo un partido, escucho comentarios en radio, escribo y me tomo un café…pero bueno soy mujer y puedo hacer muchas cosas a la vez (imposible no escapar el feminismo), incluso seguir pensando como mi llegada al mundo ya fue peloteada y mi papá se trajo a mi mama en micro porque no fui el primer “hijo niño hombre”, pero soy pelotera con tacos, eso nunca lo imaginó…
Alejandra Alarcón
@faletalma