Los hinchas de Wanderers son fieles, apoyan en masa y en general, no les importa si el equipo anda bien o anda mal, están con el decano de fútbol chileno. De hecho, hace algunas fechas llevaron más de 16 mil espectadores y son por lejos, el equipo que más gente está convocando en la Primera B.
Pero el fin de semana, hubo incidentes que en nada contribuyen a proteger esos espacios que tanto cuesta que cedan los controladores del fútbol chileno y en particular, la sociedad anónima que maneja Nicolás Ibáñez, principal accionista de los caturros. Con cuchillos y estoques, facciones de “barristas” se enfrentaron en pleno partido entre Wanderers y Cobresal.
La gravedad de los incidentes llevó a las autoridades a tomar medidas. La gobernadora de la provincia de Valparaíso, María de los Ángeles de la Paz y el presidente del club, Rafael González, llegaron hasta tribunales para presentar una querella criminal contra quienes resulten responsables.
En el plano netamente futbolístico, todo es miel sobre hojuelas para el decano. Los porteños han rescatado 19 de los últimos 21 puntos disputados y ya se metieron en la zona de liguilla. Ahora sí están demostrando porqué son la planilla más cara de la división. Clave en esta recuperación ha sido el técnico Miguel Ramírez, quien comentó la victoria sobre Cobresal y la situación que se vivió en la galería norte.
El próximo escollo de los caturros será Barnechea, el domingo al mediodía en el Bicentenario La Florida.
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