Tras la sorpresiva e inesperada renuncia de Pablo Abraham a la banca de Curicó Unido; tal vez motivado por intereses que sería muy bueno que él argentino explicara; el equipo banda sangre queda sumido en la búsqueda de un nuevo estratega que logre el objetivo planteado por directiva, plantel e hinchas…el ansiado ascenso.
Si bien el mercado puede ofrecer muchos nombres nacionales y extranjeros; la definición del mentado “perfil” no pasa por un proceso fácil y que debe ser tomado a la ligera. Un plantel que se configuró para estar en la pelea por el ascenso; debe contar con un técnico que tenga las características idóneas para llevar adelante este anhelo.
¿Cuáles podrían ser algunas de estas virtudes? Primero; aunque suene a frase hecha; debe conocer el medio y el plantel que tiene Curicó. Y conocer el medio implica saber que la Primera B tiene un fútbol, ritmo e instancias muy especiales. Segundo saber convivir con la presión de una escuadra que tiene chapa de candidato y tercero tener claro la forma de jugar; tomando en cuenta que hasta la partida de Abraham; Curicó es uno de los equipos agresivos, con dinámica y además con potencial de luchar todos los partidos.
Estos factores antes mencionados no son condicionantes; ya que los rótulos en el fútbol han hecho un daño tremendo a muchos técnicos; lo de ser defensivo u ofensivo lleva a un facilismo del análisis. El fútbol tiene ambas facetas y son absolutamente complementarias. Por ello; la decisión de la dirigencia curicana debe tal vez ser pausada y muy reflexionada; siempre y cuando la meta se mantenga inalterable.
¿Qué caminos utilizarán los regentes curicanos? Bueno este debate ya comenzó y quien asuma la banca sabrá que deberá convivir con un antes; pero dependerá de sus convicciones y forma de seducir al plantel para llevar a la escuadra tortera al protagonismo que busca resguardar.
Por Pablo Flamm /@PFLAMM
Conductor de EENDF y Código Camarín CDF
