Se quería, ir, se quería ir y se quería ir. Marco Sebastián Pol, finalmente y tras leer una declaración pública ofreciendo disculpas por sus dichos contra el club y los dirigentes de Deportes Valdivia, consiguió finiquitar su relación con el “Torreón”.
Era un secreto a voces su nuevo destino. Sus 11 goles en el primer semestre, habían llamado la atención de O’Higgins, donde lo aguardaba además, un viejo conocido: Marco Antonio Figueroa, con quien trabajó en Cobreloa.
De esta forma, el cetro de máximo artillero de la división queda vacante, siendo los candidatos más serios a ocuparlo, Ignacio Lemmo de Puerto Montt y Maximiliano Quinteros, de Deportes Copiapó, ambos con ocho tantos.
Fotografía www.ohigginsoficial.cl
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