El arbitraje en la Primera B siempre suele estar en el ojo del huracán. Contactamos a Marcelo González uno de los hombres de negro que debe lidiar con el insulto y la incomprensión fin de semana a fin de semana. “Tratamos de no incidir en el resultado, eso es grave”, señala. Aquí sus descargos.
Con solo dar una mirada a nuestras redes sociales, ya sea Twitter o Facebook, notamos que uno de los temas que más ronchas saca entre los hinchas es el nivel de los arbitrajes. Fin de semana a fin de semana, los jueces de la B son acusados por los hinchas, cuestionando su nivel y lanzando ácidas críticas contra los hombres de negro.
El silencio mediático suele acompañar a los jueces. No es habitual que den declaraciones ni mucho menos que salgan a explicar algún fallo controvertido. Quisimos adentrarnos en su mundo, comprender como se preparan, que hacen para soportar tantos cuestionamientos y también dialogar sobre lo que viene para el arbitraje, en especial con la implementación del VAR. Marcelo González, uno de los árbitros de la división conversó con www.primerabchile.cl.
Las pretemporadas de los equipos están archi-cubiertas por los medios, no así lo que hacen los árbitros ¿Cómo se preparan para un torneo, donde entrenan?
“Hay dos jornadas en el comité porque todos tenemos nuestros trabajos particulares. Solamente los árbitros FIFA se dedican 100% al arbitraje, el resto como no tenemos sueldo fijo, tenemos nuestros trabajos. Hay una jornada que empieza a las siete de la mañana hasta la ocho y media, la otra es en la tarde, de las siete y media a las nueve de la noche.
Nos preparamos en las dependencias de Quilín, en las canchas de la ANFP. Podemos ir a cualquiera de las dos jornadas pero tiene que ser en la mañana o en la tarde, no pueden ser alternadas. Martes, miércoles y jueves”.
Parece ser que la preparación física es óptima porque no es habitual ver que un árbitro se lesione…
“Ha cambiado bastante lo que FIFA requiere de los árbitros, entonces la preparación física es a full. Me atrevería a decir que es más fuerte que la de los futbolistas en cuanto a correr, la resistencia.
¿Un árbitro durante un partido corre más que un jugador?
“Sí, hay estudios que ha hecho FIFA que el promedio de un árbitro es de alrededor de 12 kilómetros en un partido, 11 a 12 kilómetros”.
Cuéntenos un poco sobre el proceso para ser árbitro ¿Qué requisitos hay que tener, donde se presentan los interesados?
“En el Instituto Nacional del Fútbol (INAF) hay una carrera que es para árbitros de fútbol. Si uno no tiene estudios profesionales, tiene que estudiar dos años. Si tienes un título profesional, por ejemplo profesor de educación física, puedes convalidar ramos y son seis meses”.
“Tratamos de no incidir en el resultado, eso es un error grave”
¿Qué le parece que se critique tanto el nivel del arbitraje en la Primera B?
“De repente cargan mucho con los árbitros y la gran mayoría de los periodistas, sin ofender a nadie, desconoce las reglas de juego, no tienen base ni fundamento para criticar al árbitro o no se ponen en el lugar de uno. Hay cosas que ven más tranquilos, repiten la jugada cuatro o cinco veces, nosotros tenemos hasta milésimas de segundo para tomar una decisión. Entiendo el trabajo de ellos pero se les olvida que uno tiene familia, somos humanos y estamos propensos al error, con seis árbitros hoy, igual se cometen errores, tratamos de no incidir en el resultado con un error, eso es grave, si pasa eso, somos sancionados, no dirigimos”.
¿Quiénes los evalúan y cómo funciona el sistema?
“En todos los partidos hay un asesor que está in situ, viaja con nosotros. Hay tres colegios, uno en Antofagasta, otro en Santiago y otro en Concepción. Al de Antofagasta le llamamos de asesores, cubren la parte norte. En cada partido va uno a calificarnos. También hay otro encargado viendo la televisión. Se evalúa la parte física, que incluso está, entre comillas, sobre los cobros”.
¿La escala de calificaciones va del uno al siete?
“Hay diferencias. Por ejemplo, en un partido normal, donde no hubo nada, los equipos cooperaron, un par de amarillas, las bancas se portaron bien, los jugadores igual, la nota máxima que uno puede optar, por ser de baja intensidad es de un 8.50.
Hay otros partidos de mediana intensidad, hubo penales, hubo rojas, los jugadores se enfrentaron a cada momento, el manejo es muy difícil, las bancas protestaban, no había cooperación de nadie, la gente enardecida porque el público también incide en el comportamiento de los jugadores y el árbitro sacó bien el partido la nota máxima puede ser un 9.0
Ya en los de alta intensidad, decir que tendrían que estar quemando el estadio para llegar a un diez pero eso no existe en realidad”.
¿Cómo es su estilo, conversa, recurre a las tarjetas?
“Me han criticado bastante porque recurro mucho al diálogo, tengo buena relación con todos, puedo conversar en la cancha, a veces bromeo. Con el tiempo, los jugadores te conocen y a veces también cooperan, saben quiénes somos, quien es más blando o más estricto. Mi estilo es a veces de diálogo, aunque a veces no funciona, es más preventivo que represivo. Me funciona, no tengo mayores problemas en ese aspecto. Recuerdo un partido de Rangers con Magallanes en Talca, un jugador de Magallanes pone un planchazo en la cabeza, minuto cinco, viendo la televisión era roja, le mostré amarilla. Pasan cosas que en el momento salen bien, nadie dice nada pero después te das cuenta que quedas corto en la decisión”.
¿Coopera poco el jugador chileno?
“A veces sí, no solo el jugador chileno, a nivel sudamericano. El jugador es poco leal en todos los sentidos, siempre anda con la pillería, intentar engañar al árbitro, hay muchos que no se ponen en el lugar de nosotros. Te pueden engañar fácilmente, después todos vieron que se lanzó descaradamente, el único que no lo vi fui yo, cobré el penal, ahí falta cooperación del jugador. Un buen árbitro lo hace también un buen comportamiento de los jugadores.
En general, ¿A su juicio, son incomprendidos los árbitros?
“En gran parte sí, como dijo una vez un profesor, somos hijos del rigor. Nadie se pone en el lugar de quien comete el error, entiendo que el trabajo periodístico es así pero a veces trasciende a las familias de los colegas, sobretodo en árbitros que son más públicos y en partidos que repercuten en el medio local, por ejemplo un clásico. A veces un error de un colega incide en el resultado pero a veces somos demasiado atacados”.
“El VAR nos obligará a estar más atentos”
¿Qué le parece el Video Assistant Referee (VAR)?
“Creo que está bien en parte, es una prueba. Si es un poco engorroso en la demora, te das cuenta que con seis árbitros, cinco más que están arriba con pantalla se cometen errores igual. Habría que restarle algunas cosas porque no vamos a estar pidiendo el VAR en todas las jugadas. Un ejemplo: un asistente levanta su bandera en un supuesto fuera de juego y después vemos que no estaba, el jugador iba a hacer prácticamente el gol, que hacemos en ese caso, porque a la inversa si tenemos que anular. Lo usaría en algunas situaciones, sería injusto que un jugador hiciera un gol con la mano y saliera campeón. Hay que afinar el sistema, hacerlo más ágil.
¿Va a perder influencia el árbitro?
“Creo que no porque nos obliga a estar más atentos. Voy a exagerar para que se entienda, si diez veces tengo que pedir el VAR, entonces que estoy haciendo yo ahí, mejor me voy a ver la televisión arriba. Vamos a tener que estar más atentos para que desde arriba, en las jugadas confusas, noten que mis sanciones fueron buenas y no me llamen”.