Los jugadores se reunieron por tercera semana consecutiva en el Estadio Nacional, decidiendo levantar la paralización.
Los futbolistas profesionales determinaron en la tarde de este lunes aprobar el acuerdo que alcanzó la mesa de negociación Sifup-ANFP relativo a mejorar la competitividad de los campeonatos nacionales, normalizar los certámenes para volver a jugar en año calendario y el pago de deudas pendientes de la temporada pasada.
En una reunión sostenida en la sala de prensa del Estadio Nacional, la tercera en menos de un mes, los jugadores debatieron sobre los alcances de una propuesta que presenta varias modificaciones respecto a lo acordado en el Consejo de Presidentes del 17 de junio, destacando el fin del no descenso en Primera B.
En esta serie, a diferencia de lo que existía, los equipos empezarán a disputar desde ya la permanencia en la categoría: se castigará al peor ubicado, de una tabla acumulada de tres semestres, con un descenso directo en diciembre de 2017 tras la disputa de un Torneo de Transición, para retomar en 2018 el calendario febrero a diciembre.
Para ascender a la serie de honor en tanto, los equipos lucharán por el cupo directo reservado para el campeón 2016-2017 y otro que se jugará a fines de 2017 en una promoción con el último clasificado de una tabla larga en Primera División. A esta definición irá el ganador de un partido ida y vuelta entre el vicecampeón del campeonato de ascenso que se iniciará este fin de semana y el campeón del Torneo de Transición.
Segunda División tendrá dos ascensos directos en un año
Una serie favorecida con la movilización fue Segunda División. Antes del paro del fútbol chileno, no existía fecha oficial de inicio del torneo ni una planificación a mediano plazo para el desarrollo de esta serie. Tras las reuniones entre Sifup-ANFP, en 2017 habrán dos ascensos directos: uno al término de la temporada actual -que se inicia el 20 de agosto- para completar 16 equipos en Primera B y otro a fines del campeonato de adecuación.
Además la Asociación se comprometió a prestar mayor atención a una categoría que es fuente de trabajo para al menos 300 futbolistas.