En el fútbol la búsqueda de un técnico es siempre un verdadero dolor de cabeza para los dirigentes de turno. Escuchar los ofrecimientos de los representantes, oír los pedidos de los hinchas y delinear una fórmula de trabajo que permita imprimirle un sello al equipo, que ojalá marque todas las divisiones, parece ser lo más complicado y a veces hasta utópico. Por ello, cuando las decisiones se toman de forma imprevista y sin preparación alguna, puede ser aún más complejo.
El caso de Deportes Concepción tiene algo similar. De 2010 en adelante, “los lilas” han tenido 7 técnicos y ninguno con una idea de fútbol que demuestre una intención: Daniel Salvador, Óscar del Solar, Antonio Zaracho, Jorge Garcés, Germán Corengia, Roberto Mariani y Víctor Merello.
Este último, Merello, dejó de ser el técnico de confianza de la concesionaria “Fuerza, garra y corazón” debido a las irregulares actuaciones del equipo y a sus declaraciones contra la administración, que el otrora volante de Cobreloa, emitió tras el juego perdido con Coquimbo Unido.
Los directivos le piden su salida, se llega a un acuerdo y se resuelve su partida. Todo en pocas horas. Por ello, las dudas. ¿Había realmente algo preparado o solo se resuelve por la pasión del momento?
La llegada de Patricio Almendra calmará, sin duda, las aguas en Concepción. Ídolo del club, otrora capitán, salta desde las divisiones inferiores del león de Collao al primer equipo. Un paso que suena bien, siempre que se respete la labor hecha en lo formativo y que se entregue una línea de trabajo que realmente cruce todas las divisiones. Con él se puede construir un gran proyecto, promover jugadores y darle un nuevo aire al club, siempre que se respeten los tiempos.
Para mí, bien por Almendra, ya que siempre he sido partidario de que los jugadores recién retirados traspasen de forma inmediata sus conocimientos al camarín. En Argentina los promueven comúnmente. Lo hicieron con Gorosito, Ruggeri, Simeone, Sensini, por nombrar algunos, un acto que en Chile es impensado, ya que siempre, terminan trabajando, primero, con los menores. Un poco también el caso de Almendra.
Por esto, la tarea para Patricio Almendra no es fácil. Deberá cumplir con las expectativas de los hinchas, sufrir con la lucha de los puntos semana a semana y además deberá tratar de fundir, en un solo estilo de juego, todas las fuerzas básicas y el plantel de honor de Deportes Concepción. Algo titánico, que por ahora tiene el apoyo de la dirigencia, pero que deberá lidiar, como todo proyecto, con los resultados.
Por Hernán Hernández /@SoyNano5