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La importancia de la mentalidad en el póquer: cómo mantener la calma ante la presión

Los mejores jugadores de póquer pueden ganar por muchos motivos: porque el factor suerte está de su parte, porque sus oponentes no tienen un buen día, porque tienen una buena estrategia, porque han estudiado bien las debilidades de sus rivales… Pero si hay algo que les puede hacer perder es no tener un buen control de sus emociones. En el póquer, la psicología es clave, y la mejor prueba de ello es que los profesionales cuidan tanto su físico como su mente.

La importancia de la disciplina mental

Existen muchos juegos de poker distintos, pero en todos ellos hay que darle importancia al aspecto mental. Como decíamos, los jugadores profesionales cuidan mucho su salud mental y es muy habitual que acudan al psicólogo precisamente para que les ayude a fortalecer su mente.

En primer lugar, esto permite dejar los problemas exteriores fuera de la mesa, facilitando así que ninguna cuestión no relacionada con el póquer se interfiera con nuestro juego durante una partida o incluso durante las largas horas de entrenamiento y práctica.

Seguir técnicas para gestionar la tensión y el estrés es especialmente útil durante una partida. El póquer es un juego de mucha atención, sobre todo cuando está en juego mucho dinero. A las personas más competitivas, eso les puede pasar factura. Para evitarlo, hay que saber hacer una muy buena gestión de las emociones para no tomar decisiones precipitadas o para que el rival no pueda saber qué pensamos.

En este sentido, dominar la disciplina mental puede ir a nuestro favor si somos capaces de analizar las expresiones faciales y corporales de nuestros oponentes. Ahora bien, hay que ir con cuidado, pues pueden estar engañándonos.

Técnicas para saber gestionar la tensión

Es de sobra conocida la relación que hay entre el cuerpo y la mente. Es por eso que los expertos recomiendan practicar ejercicio físico para poder dominar el estrés. De la misma forma, seguir una dieta saludable y tener unos buenos hábitos alimenticio también tendrán una repercusión positiva en nuestro cuerpo, lo que permitirá poder hacer frente al estrés y las tensiones propias de las partidas de póquer.

El estrés también puede gestionarse con la llamada “desensibilización sistemática”, una técnica de relajación progresiva, o la “inoculación de estrés”, que consiste en hacer una lista de las situaciones más estresantes para poder hacerles frente. Siguiendo con relajación, existen ejercicios de control de la respiración, técnicas para relajar el cuerpo y también la práctica de la meditación.

Otras técnicas muy adoptadas para aquellos y aquellas que quieran dominar la tensión son las de autocontrol. Estas son cruciales para evitar reaccionar ante una situación adversa o favorable en una partida, algo que podría darles pistas a nuestros oponentes. Tampoco podemos subestimar el poder del apoyo social, ya que contar con una red sólida y saludable ayuda a que los problemas de fuera terminen interfiriendo en el tapete.

¿Cómo desarrollar una mentalidad ganadora?

Ganar una vez es más o menos fácil, y puede ser debido en gran parte por el factor suerte. Sin embargo, los profesionales no pueden depender del azar y tienen que forjar una mentalidad ganadora.

Para hacerlo, los expertos recomiendan definir bien nuestros objetivos y tener un plan claro para conseguirlos. No solo basta con esto, pues los ganadores de verdad dedican mucho tiempo a desarrollar sus habilidades y sus capacidades para llegar a ellos. Además, se recomienda ser autocrítico, realista y objetivo, mientras que no hay que tener miedo al cambio y debemos poder adaptarnos a él con un plan B.

¿Cómo lo hacen los jugadores profesionales?

De la misma manera que podemos aprender, y mucho, de las estrategias y técnicas que usan los jugadores profesionales para conseguir la mano de mayor valor, merece igualmente la pena ver cómo lo hacen para mantener la calma.

Es especialmente interesante el testimonio de la psicóloga Maria Konnikova, que ha participado en algunos de las competiciones de póquer más destacadas. Konnikova pone el foco en el estrés que puede suponer el pensar que, por muy buena que sea tu mano, otro jugador puede tenerla todavía mejor, y como esa idea puede llegar a influenciar nuestra toma de decisiones. Así, los mejores jugadores querrán poner atención en la calidad de su racionamiento, y no tanto en los resultados.

Por otro lado, Konnikova insiste que hay que saber abrazar la idea que, en el póquer, nunca vamos a saberlo todo, pero aún así tenemos que actuar. Para gestionar esa incertidumbre, hay que saber atajar esas emociones que pueden empeñar nuestra toma de decisiones, tanto en las derrotas como en las victorias. La psicóloga sugiere tener una mayor consciencia emocional, preguntarse en todo momento cómo estamos y cómo vamos a reaccionar a esas emociones.

AUTOR ESPECIALIZADO

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