El gol de Gamadiel García y el posterior pitazo final en el valle del Aconcagua dio cierre al torneo n° 65 de Segunda División (hoy Primera B), cerrando un campeonato que, al menos en cuanto a estadísticas se refiere, tuvo prácticamente un solo color: El amarillo.
Y es que San Luis de Quillota, el equipo amarillo y negro de la V región, dominó el torneo de punta a cabo, consiguiendo un histórico registro de 81 puntos en 38 partidos disputados y comandando la división durante 36 de las 40 fechas disputadas. Solo Iberia en la primera fecha y Unión San Felipe durante las fechas 17, 18 y 19 tuvieron el honor de alcanzar el liderato además de los canarios.
A través de un estudio estadístico a la historia de la división (igualando los rendimientos de los campeones otorgando 3 puntos por partido ganado, la métrica actual), los dirigidos de Victor Rivero alcanzaron un 71,1% de rendimiento), quedando dentro de los 20 campeones con mejor rendimiento en la división y estableciéndose como el campeón de mejor rendimiento desde 1998, año en que Cobresal obtuvo el título de la división con un 72,2% de puntos obtenidos. Los canarios también entraron en la historia de su propio club al transformarse en el tercer San Luis en la historia del club, tras los históricos campeones de 1958 y 1955.
Volviendo al torneo actual, los números del equipo de Fernando De Paul y Jean Meneses, entre otros, fueron sencillamente aplastantes. Los canarios acabaron la primera rueda del torneo en la primera posición (con 42 puntos de ventaja sobre los 40 de San Felipe), situación que repitieron en la segunda rueda (39 puntos sobre los 33 de Iberia). Si revisamos los rendimientos de local y de visita de la primera B, en ambas tablas también vemos liderando a San Luis: Los canarios terminaron su campaña de local con notables 44 puntos en 19 cotejos (con un remate espectacular de 8 triunfos sin recibir goles en contra) y como visita no fueron menos, logrando 37 puntos, con 11 victorias fuera de casa. Luego de los canarios, San Felipe se consagró como la segunda mejor localía y visita del torneo, con 41 y 31 puntos respectivamente. Además, los vigentes campeones lograron 24 triunfos esta temporada, registro solamente superado en la historia por Antofagasta Portuario en 1968, que llegó a los 25 abrazos en aquella recordada temporada que culminó con el título precisamente ante el cuadro quillotano. Tras los 24 triunfos de San Luis, se encuentra nuevamente San Felipe con 22 victorias. Por contraparte, los amarillos solo sufrieron 5 caídas en el año (todas contra equipos de la zona norte), contra las 10 derrotas de San Felipe y Copiapó.
Otro de los puntos altos del actual campeón fue su defensa y el golero Fernando De Paul, que disputó los 3420 minutos del presente torneo. El joven argentino solo recibió 32 goles en contra (16 en cada rueda), terminando con su arco en cero en 17 cotejos. Los 32 goles recibidos por De Paul están muy lejanos a los 44 que recibieron los goleros Assef y Muñoz de Santiago Morning, sus más cercanos perseguidores. En cuanto a la capacidad goleadora, este parece ser el único punto donde San Luis fue superado por su escolta, Unión San Felipe, que con 80 dianas se transformó en la delantera más goleadora. Los del Uní Uní tuvieron como premio de consuelo el título del goleador del torneo, que quedó en poder de Matías Campos con 21 conquistas, seguido por Lucas Consistre con 19 y Sergio Comba, goleador de San Luis con 16.
En el lado de los records negativos, Lota Schwager consagró – a no ser que su reclamo en secretaría prospere – en el desafortunado colista que deberá jugar la próxima temporada en la Segunda División Profesional. Los lotinos obtuvieron la menor cantidad de victorias (7), la mayor cantidad de derrotas (21) y la peor diferencia de goles (-21) en la división. El cuadro de la Lamparita, colista en la primera rueda (con 10 positivos), repuntó en el segundo semestre pero no fue suficiente.
Pero los Lotinos no fueron los únicos con números para el olvido. De seguro los hinchas de Curicó Unido no olvidarán este segundo semestre, en el cual fueron colistas con escuálidos 13 puntos en 19 cotejos. Tampoco fue un buen año para Coquimbo, que con 11 puntos terminó como el peor visitante del torneo junto con el cuadro minero. Los piratas además fueron la valla más batida con 60 goles recibidos. Otro que de seguro no tendrá buenos recuerdos de esta temporada será Magallanes. Los albicelestes terminaron penúltimos en la segunda rueda y luego de la partida de su goleador Carlos González pasaron a ser el equipo menos efectivo en delantera del torneo, con 36 positivos.
Sin lugar a dudas, en este año amarillo quedarán en la memoria los nombres de los principales valores canarios como Fernando De Paul, Jean Meneses o Sergio Comba, pero también de estrellas de otros planteles como Pavez y Vides en Copiapó, Fiorina y Monje en Coquimbo, Salazar y Domeneghini en la Serena, Cerato y Dalsasso en Everton, Campos y Sirino en San Felipe, Abrigo y González en Magallanes, Nuñez y Consistre en Santiago Morning, Caamargo y Schwob en Curicó, Falcone y Cacace en Rangers, Torres y Orellana en Iberia, Castillo y Soza en Lota, García y Limenza en Concepción o González y Malano en Temuco, por nombrar algunos. Jugadores que de seguro seguirán siendo protagonistas de este apasionante torneo de primera B que volverá a partir en un par de meses más.
