La Primera B se ha vuelto una pesadilla para Cobreloa. Cuando se consumó el primer descenso de su historia, en la temporada 2014-2015, se pensó que los mineros conseguirían volver a primera división rápidamente. Ya han pasado tres años y el cuadro naranja se está convirtiendo en un habitual del ascenso.
Hay un denominador común en estas últimas campañas, en las que Cobreloa incluso ha aparecido en las últimas posiciones de la tabla; los técnicos generalmente no logran terminar sus ciclos. La mayoría se ha ido disparando contra los directivos del club. Vamos por parte.
César Vigevani
El argentino César Vigevani, de buen paso por Unión San Felipe fue elegido para comandar la operación retorno. Comenzó bien e incluso los mineros se ubicaron por varias fechas como punteros del torneo. Sin embargo, la campaña se torció y de a poco, Cobreloa se alejó del protagonismo esperado.
Su salida de la institución fue tortuosa. Llegó a insinuar que había habido un partido arreglado ante Coquimbo Unido. “Los que vinimos de afuera, cada uno sabrá si es que nos dio o no nos dio, si alcanzó o no. Como lo dije una vez, acá no hay que cometer el error dos veces. Hoy estoy caliente con muchas cosas, si hablo la cago pero ya voy a hablar, no me voy a ir sin hablar. Lo que pasó, pasó, yo mostré honestidad en mi laburo. De a poquito voy a hablar para que Calama entienda una realidad y no vuelva a cometer el mismo error”, afirmó a comienzos de abril de 2016.
Luego realizaría un mea culpa. “Creo que haber estado tres meses solo en Chile me pasó una factura grande, algo que no me vuelve a pasar – lo puedo asegurar- nunca más. Ya tengo un año en el país, un registro muy amplio de jugadores, no solo en lo futbolístico, si no que en lo extra futbolístico, lo que me pasó acá, no me pasa más”.
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César Bravo
El encargado de poner paños fríos fue el técnico de cadetes César Bravo, quien asumía su segundo interinato: antes ya había reemplazado a Roberto Spicto. Estuvo tres partidos y volvió a las divisiones menores.
Carlos Rojas
En mayo de 2016 se confirmó la contratación de un histórico loíno. Carlos, el “Chifli” Rojas fue el hombre elegido por la directiva minera, hasta entonces presidida por Gerardo Mella. Su estadía sería breve y polémica, más incluso que la de Vigevani. Sumó dos derrotas y un empate, dejando a los mineros colistas de la categoría.
Tras tres meses, se hizo oficial su salida: el 24 de agosto era notificado del cese de sus actividades. Disparó toda su artillería contra la dirigencia. “Molesto, que querí weón, estoy desde las nueve de la mañana esperando la carta de despido viejo y no me la trajeron, entonces me voy a la inspección del trabajo. Les dije que era una falta de respeto que me tuvieran desde las 9, ni siquiera quise salir a despedirme de los jugadores”, expresó.
“Era el yogurt, tenía fecha de término, eso está más que claro. Duele porque hiciste un montón de cosas y cuando no se te reconoce nada, tenía razón mi hermano en decirme que no me quedara”, añadió.
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César Bravo, otra vez
Nuevamente el hombre de cadetes fue el elegido para comandar el plantel, siendo ratificado hasta diciembre del 2016. Una pobre campaña lo privó de cualquier opción de continuar.
Rodrigo Meléndez
El ayudante de César Bravo tomó la dirección técnica para cerrar el año, cuando restaban dos partidos, frente a Deportes Puerto Montt y Magallanes. La directiva ya pensaba en un histórico del fútbol chileno para recuperar el protagonismo extraviado.
José Sulantay
La primera misión del otrora entrenador de la selección chilena sub 20, fue sacar al conjunto minero de los últimos lugares de la tabla. Lo consiguió, volviendo a convertir a Calama en una fortaleza. Sin embargo, durante el transición 2017, aparecieron los problemas.
Tras la caída en casa frente a Magallanes 2 a 1 en el torneo de transición, directivos ingresaron al camarín a exigir explicaciones. El estratega se irritó sobremanera y anunció que no seguía. Sin embargo, con el paso de las horas la situación cambió.
“Hemos conversado con nuestro director técnico, José Sulantay, una conversación franca, directa, hemos llegado a una gran conclusión, el único objetivo que tenemos en común es Cobreloa, en consecuencia el profesor seguirá siendo nuestro director técnico hasta el término del torneo”, anunció el presidente Walter Aguilera el 23 de octubre de 2017.
Luego fue el turno de Sulantay. “Cobreloa es la clave, el principal, yo vine por Calama, la gran pena o locura que se armó en el estadio porque hemos perdido prácticamente, yo personalmente, un partido por los puntos en Calama. Me dolería mucho dejar botado al equipo. Nunca he tirado una renuncia con elástico, aquí la cosa es diferente, discutimos, en mi casa puedo discutir, no por eso voy a echar a mi señora para la calle o a un hijo.
En tanto, el presidente de la comisión fútbol, Adrián León, quien ingresó al camarín luego de la derrota, indicó que “ha sido un día súper complicado, no ha sido fácil la situación, haber tenido la capacidad de conversar y decirnos las cosas a la cara, nos insta y nos fortalece para sacar la mejor conclusión. Primó la cordura, jamás hubieron insultos, si una conversación con un tono alto. Nos pedimos disculpas, siempre ha habido respeto entre los dos”, reconoció.
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Terminado el torneo, Sulantay anunció que no continuaría en 2018. Le dejó un mensaje a la directiva apuntando a la elección del nuevo estratega. “Tienen que hacer una evaluación de lo que hay adentro del camarín. Cuando los guerrenos no disparan todos para un lado, seguramente el ejército va a perder. Se hizo mérito hasta que ganamos a Cobresal, quien venga va a tener que luchar mucho para que el equipo tenga otras características. Vine alegre, hice lo que tenía que hacer, después el choque que tuve con un dirigente, se quebró todo”.
Rodrigo Pérez
Luego de una danza de nombres, el elegido para este año fue Rodrigo Pérez. Comenzó a trabajar oficialmente el 2 de enero de este año, hasta ayer, 19 de junio. Apenas poco más de cinco meses en donde los roces fueron constantes. Las negociaciones para llevar a otro entrenador que se ventilaron por la prensa, desataron la molestia del estratega.
“Estamos dolidos, queremos tener una conversación con ellos, la disposición hacia nosotros, gente que estuvo mucho tiempo, no es la manera ni la forma que se nos trató. Somos trabajadores del club, no es grato que se den nombres, que nos estén sacando”, fustigó.
“Como se nos expone, de manera gratuita, gente que ha logrado cosas en la institución, está Ítalo Traverso, campeón muchas veces, Nelson Tapia, Eduardo Fournier, Rodrigo Pérez”, remató el hoy ex técnico minero.
La crisis de Cobreloa parece ser más profunda que un simple cambio de entrenador.
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