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Cobreloa logró el regreso a Primera División desatando una serie de emociones contenidas por largos ocho años. Atrás quedaba el doloroso descenso a la Primera B del 2015 y las frustaciones de dos finales perdidas en el duro camino de retorno a la máxima categoría del fútbol chileno. La algarabía por el retorno del cuarto grande a la principal competencia nacional, se sintió a lo largo de todo Chile.
El “Zorro” despierta pasiones y así lo sabe perfectamente Javier Cuevas relator de Cobreloa en el programa D’ Calama Deportes, quien tiene una historia muy especial siguiendo a los mineros. No nació en Calama, si no que en Pedro de Valdivia, pero su vínculo con los loínos viene de pequeño, transmitido por seres muy cercanos.
¿Desde cuando eres hincha de Cobreloa?
“Siempre he sido de Cobreloa. Es verdad que cuando salió campeón Cobreloa el 92′, me gustó la barra de la Universidad de Chile, porque sentía que alentaban aunque el equipo estuviera perdiendo. Pero en mi casa, mi papá, mi mamá, yo, y a veces mis hermanas, todos los domingos llevábamos en un termo el mate, algunas galletitas para disfrutar al Cobreloa de esa época”.
¿Quién te inculcó el amor por Cobreloa?
“Mis padres. En la casa la que más sabía de fútbol era ella (la mamá). Nacida en Argentina, hincha de Juventud Antoniana de Salta y de River Plate. Pero en cuanto al amor por Cobreloa mi papá, hombre nacido en Vergara y que siempre me enseñó que los equipos de la capital o que el fútbol profesional, no quería a clubes que estuvieran tan lejos de Santiago. Esa combinación fue la que me hizo amar mucho más a Cobreloa”.
¿La pasión por el relato, de donde viene?
“Me falta mucho por aprender a relatar pero tengo harta pasión por este deporte porque representa una libertad y una expresión de alegría para muchos y muchas. Mi mamita murió de cáncer un día antes que Cobreloa perdiera la posibilidad de estar en la Primera División, frente a Cobresal (2018). Antes de que falleciera, le prometí relatar todos los partidos de Cobreloa hasta que subiera el club. Quizá por ahí viene el relato y la pasión porque me recuerda momentos de alegría con mi madre y mi padre en el estadio. Volver a la calma de la niñez”.
¿Cuántos años llevas relatando a Cobreloa?
“No lo recuerdo tanto, creo que fue entre el 2016 y el 2017 me ofrecieron relatar y pensé que no iba a poder. Algunos colegas me decían que era muy gritón, que no iba a servir para esto. Pero a medida que pasaron los partidos, recibí felicitaciones de gente que no conocía y que a veces se acercaba en ciertos lugares y te agradecía por la forma o el modo en la que expresabas un gol. Si me preguntas a mí todavía me falta mucho. He aprendido a controlar mis emociones en casi todos los pasajes del partido, pero cuando hay gol de Cobreloa, me desbordo de pasión”.
¿A quién le dedicas los relatos?
“Al principio todos los relatos iban dedicado a mi mamá. Ella ella me enseñó a ver el fútbol sin criticar ni dañar al jugador. Decía que en los 90 minutos no se putea al que representa los colores, si no que se le alienta con toda la fuerza del mundo. Después, en la semana uno puede criticar su estilo o su capacidad futbolística en el campo. Ahora que llevo más tiempo relatando también se lo digo a mi viejo. El está vivo y me escucha. Me ha enseñado mucho cómo describir la cancha cuando uno está relatando. Cada vez que escuchaba el partido en el estadio, porque es socio vitalicio, lo hacía con sus audífonos para escuchar lo que decía la prensa”.
¿Puede haber sido tu último relato en Talca?
“Quizá fue mi última temporada, todavía no lo tengo claro. A veces uno aspira a llegar a un lugar y se abren las posibilidades de hacerlo de nuevo. He recibido mucho cariño y afecto de personas que les gusta lo que hago. Hay otro sí que me odian, jajaja, por llevar tatuajes y mostrarlo o por rabietas en la inmadurez del pasado. A diferencia de otros años, me sentí muy acogido por el equipo de D’ Calama Deportes”.
Tuvieron un problema en la transmisión ¿No quedó testimonio del gol del ascenso?
“Sí, fue una lastima. No conseguimos cabina y el internet no era bueno en el sector de marquesina que estábamos . Salimos desde una señal de teléfono para la radio Fm Mix, pero no pudimos conectar por internet. Pedimos disculpa a la audiencia. Pero lo importante es que Cobreloa subió”.
Te dejamos el relato del agónico gol a San Luis, en la penúltima fecha, un autogol que mantuvo las opciones naranjas de campeonar, intactas, pensando en el partido frente a Rangers, en Talca.
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