Por @Pablo_sepúlveda
Es el club profesional más austral del mundo, sus hinchas señalan que tienen la dicha de jugar en el estadio más hermoso del planeta, el Chinquihue, cuya privilegiada panorámica muchas veces hace difícil concentrarse en lo que acontece en la superficie sintética, resultado del último proceso de modernización de los estadios por parte del Estado chileno.
Sin exagerar, también se les podría catalogar de sobrevivientes. Sí, porque junto a Curicó Unido, son las únicas instituciones de Primera B que optaron por el modelo de corporaciones deportivas. Y aunque la situación económica es compleja, en Deportes Puerto Montt no escatiman esfuerzos para evitar que la vorágine de las sociedades anónimas terminé arrastrándolos. De hecho, ya iniciaron la “Puertoton” para conseguir recursos. La campaña se extenderá por todo septiembre.
“Iniciamos el sábado una campaña que busca atraer recursos de distinta forma para paliar la crisis financiera que tiene en este momento la institución. Atraer recursos tiene que ver con llamar a la gente de la ciudad y alrededores para que se hagan socios, se abonen, realicen aportes. Quizás la empresa local o nacional pueda comprar más auspicios de forma tal de mitigar la crisis financiera por la que pasa hoy la institución”, comenta a www.futbolprimerabchile.cl, Julio Aguilar, nuevo presidente del club tras la renuncia – la semana pasada por motivos personales- de Jéssica Uribe.
Suena extremo y podría presentarse a los ojos de muchos como síntoma evidente de una crisis profunda. Sin embargo, Aguilar aclara las razones de la medida. “La verdad es que suena demasiado crítico pero hay una realidad que tiene que ver con la institucionalidad, esta es una de las pocas corporaciones que sobrevive en el fútbol profesional, por lo tanto no contamos con recursos que tengan que ver con inversiones de privados para solventar el déficit que pueda ocurrir. Todo lo que podemos hacer tiene que ver con el cariño que le tenemos a la institución y con los esfuerzos personales, no hay inversionistas, solo responsables desde el punto de vista social”, detalla el timonel albiverde.
Llega el momento, siempre en opinión del dirigente de los delfines, de aclarar las razones que explican el estado financiero del club. Aguilar, afirma, no quiere apuntar con el dedo ni mucho menos resposabilizar a alguien en particular, pero cree que es necesario que la opinión pública entienda el proceso que derivó en este complejo presente.
“El déficit se produce al momento del ascenso (de Segunda División a Primera B). Hubo que pagar 650 millones de pesos por la cuota de incorporación, eso significó que los ingresos presupuestados por todo el 2016 se vieron mermados porque hubo que comprometerlos para pagar esa cuota de incorporación. Luego del ascenso de la temporada 2014-2015, hubo muchos ofrecimientos, gente que se acercó, de diferentes ámbitos de la comunidad para ofrecer apoyos pero no se concretaron, no por falencias de la institución si no porque quedaron solo en las gradas”.
Llama la atención entonces, la siempre tortuosa transición entre la Segunda División y la Primera B. Salir campeón de la tercera categoría profesional en Chile, no garantiza nada ya que todo queda supeditado a la capacidad financiera de los clubes para hacer respetar un derecho ganado en cancha. Suena a crimen deliberado contra las instituciones más pequeñas porque en muchos casos, las deja agonizando. ¿Es tiempo de terminar con esta práctica? ¿Apoyan en el sur una moción de este tipo?
“Eso ya está siendo analizado”, revela el directivo puertomontino, “desde hace un tiempo atrás en el consejo de presidentes es algo que hemos manifestado, se va a tomar una determinación más adelante. Existe una comisión de presidentes en la que se está estudiando y evaluando el camino a tomar en base a la cuota de incorporación. No tenemos claro cuando estarán los resultados pero debiera ser dentro de este año”, agrega.
La delicada situación económica que viven muchos clubes profesionales, tuvo su máxima expresión hace algunos meses con el caso de Deportes Concepción. Una nefasta administración de los accionistas, terminó con el club en el suelo, desafiliado y luchando por la supervivencia. Los hinchas se organizaron y tratar de levantar a un león herido. Los hijos del temporal descartan un escenario similar para su equipo.
“Hay que aclarar, nosotros no tenemos deudas o más bien, una gran cantidad de deudas. Lo que hoy Deportes Puerto Montt no tiene es caja, la deuda está controlada, es básicamente la que tenía que ver con la cuota de incorporación que era la mayor, 25 mil UFs. Está saneada, tuvimos que recurrir a los flujos provenientes del CDF y lo que generamos por auspicios, borderó y socios durante todo el mes o el año, no alcanza para cubrir los gastos de la institución. No solo está involucrado el plantel profesional, tenemos seis categorías competitivas en varones, más dos en el fútbol femenino, si bien es cierto reciben subvención de la ANFP, no es todo, hay muchos gastos, técnicos, preparadores físicos, utileros, implementación, ropa, transporte, la subvención no cubre el cien por ciento de los gastos”.
Habituados al para muchos adverso y hostil clima del sur de Chile, los puertomontinos en una muestra de fortaleza y rebeldía para con los tiempos actuales, no pretenden claudicar y aunque sea una lucha que se siente prácticamente a diario, descartan que pasar a un modelo de sociedad anónima sea el camino a seguir para Deportes Puerto Montt.
“Hemos estado peleando durante todo este tiempo para mantener viva la esperanza de la corporación, mantenerla vigente hasta no dar más. Por eso estamos lanzando esta campaña y también lo hicimos el año pasado en búsqueda de recursos. Queremos ver en que forma la ciudadanía puede reaccionar ante esta situación, hay un momento que es complicado pero hay que salvarlo, estamos haciendo lo posible para mantener la corporación. No tenemos la figura de inversionistas, no la hemos analizado, ahora si alguien quiere hacer un préstamo y recuperarlo en un par de años, no hay inconvenientes, ” expone Aguilar.
“Hubo una indemnización que se ocupó, hay ciertos gastos que no se debiesen haber hecho. Siento que es una cuota de incorporación que nunca debiese haberse pagado, no porque esté mal la norma, simplemente porque Deportes Puerto Montt nunca debería haber ocupado la cuota de indemnización. Fue una opción, se ocupó para tratar de volver a la categoría lo antes posible, no estoy cuestionando como se gastaron los dineros, nos tocó vivir en esta etapa con una carga financiera que venía desde antes”, agrega en relación a los dineros que reciben los clubes cuando descienden de Primera B a Segunda División.
Aunque el panorama es complejo y se podrían utilizar otros adjetivos para describirlo de una forma aún más dramática, el optimismo sigue estando presente en el seno del club. “Hemos cruzado el canal, estamos casi llegando a la orilla, sería muy penoso que casi arribando nos ahogáramos. Hemos luchado por mucho tiempo, desde la creación de las sociedades anónimas para mantenernos en esta posición y hoy que estamos casi saliendo de todo. Nadie daba un peso hace un par de años atrás por Deportes Puerto Montt, me tocó estar el 2008-2009, cuando se descendió y todo era nefasto, oscuro. Participamos con un grupo de directores en esa época, logramos sacar adelante la institución con muy pocos recursos pero muchas ganas y empuje. Evoco esos tiempos porque es muy parecida la situación, no había recursos de la televisión y la comunidad y el empresariado era poco lo que ayudaba. Actualmente hay ganas pero se necesitan más”.