20 fechas alcanzó a estar invicto Curicó Unido. Le duró hasta que se encontró con un aguerrido Coquimbo que lo superó con justicia en su propia cancha por 3 a 1. La victoria del pirata tiene doble mérito ya que además evitó que los albirrojos prácticamente sentenciaran el torneo a su favor.
Desde el principio se notó que los aurinegros serían un escollo complejo. Comandados por Marco Sebastián Pol, los porteños no dieron un balón por perdido y se las ingeniaron para complicar a la retaguardia curicana, liderada por Eric Godoy y Franco Bechtholdt.
La visita tenía una motivación extra, ya que tras informaciones sobre supuestas indisciplinas, el plantel, respaldado por la directiva, había decidido vetar a la prensa. Pero en cancha hablaron fuerte y bajaron al mejor equipo de la división.
En los 19′, tras una rápida contra, los filibusteros se pondrían en ventaja. Pol eludió a uno de sus marcadores y sacó un disparo que con cierta complicidad de Luis Santelices, se fue al fondo de las mallas. La eufórica celebración del argentino dejó en claro que la visita llegaba prendida a La Granja.
Pese a tener un mediocampo de buen corte técnico, con Arguinarena, Ribera y Cortés, el dueño de casa no encontró caminos durante el primer tiempo para acercarse con claridad a la portería de Gonzalo Mall. Es más, Pol tuvo el segundo luego de una excelente maniobra de Leonardo Monje, pero su puntazo se fue ancho, cuando a la derecha aparecían dos compañeros completamente destapados.
Pudo pagar caro ese yerro la escuadra de Juan José Ribera porque apenas arrancaba el segundo tiempo cuando Nelson Rebolledo ejecutó con maestría un tiro libre por encima de la barrera y pese a la estirada de Mall, dejó el marcador en tablas. Se pensó que era el despertar de Curicó Unido.
Tras la paridad, llegaron los mejores pasajes del local en cuanto a posesión de balón pero la zaga, comandada por Manuel Fernández, nunca dejó en libertad de acción a Leonardo Olivera o Gary Tello – quien reemplazó a un opaco Alfredo Ábalos-; el ingreso de José Pablo Monreal por Olivera tampoco tuvo los efectos esperados.
En una inteligente movida, Ribera mandó a la cancha al uruguayo Leandro Reymundez por Leonardo Monje, apostando a la velocidad del charrúa. Si bien Curicó era el que dominaba la pelota, Coquimbo nunca se replegó en demasía y cada vez que hilvanaba una jugada, quedaba la sensación que algo más podía pasar.
Así llegó el minuto 81 cuando tras un tiro de esquina, el zaguero Manuel Fernández ganó muy bien de aire y con un cabezazo que dio un extraño pique, superó a Santelices. Se esfumaba el invicto, Coquimbo daba el golpe a la cátedra y acallaba las críticas.
Sobre el final, la contra liderada por Pol le permitió a Reymundez – libre de marcas – sellar el definitivo 3 a 1, totalmente justo por lo acontecido en la noche curicana. Destacable eso sí, el apoyo de la barra local que cantó y aplaudió a sus jugadores finalizado el compromiso, pese a la dolorosa derrota.
Ahora, Curicó Unido se concentra en lo que será su compromiso frente a Santiago Morning, a jugarse en La Granja este sábado a las 21:00 horas. Coquimbo en tanto, se apresta para el clásico frente a Deportes La Serena, programado para el domingo a las 18:00 horas en el Francisco Sánchez Rumoroso.
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