Por: Francisco Zamora /@tazmania_ligua
Este fin de semana Deportes Temuco tenía una complicada visita a la ciudad de Copiapó, en un duelo clave para ambos equipos, pero para Guillermo Orellana, portero del “Pije” era un encuentro especial, ya que volvía a la ciudad que le dio cariño y lo puso como uno de sus referentes en las últimas temporadas.
Tras el encuentro los hinchas se lo hicieron saber, ya que además de ser un buen jugador de fútbol, realizó variadas acciones de índole social para el beneficio de sus habitantes, rompiendo los límites de un campo de juego. Por lo que le realizamos una breve nota para saber su sentir ante tan bello momento.
Volviste lleno de ánimo del norte…
“Sí; fue algo impagable lo vivido, tanta muestra de cariño de la gente copiapina, que te consideren uno más de ellos”.
En tus años allá ¿Qué fue lo más significativo que te quedó?
“Lo más significativo de allá es la calidad humana de la gente; son muy lindas personas”.
¿Te gustaría volver?
“Uno siempre quiere volver a casa como se dice, pero hoy hay otros colegas que lo están haciendo bien y a su vez yo estoy feliz en Temuco, pero solo Dios sabe lo que tendrá preparado para uno”.
¿Cómo está el equipo de cara a lo que resta del torneo?
“Nosotros estamos muy firmes y convencidos en el trabajo del cuerpo técnico, son muy profesionales ellos y como grupo hay muy buenos jugadores con un muy buen recorrido; y esperamos a fin de año levantar la copa y volver al lugar de donde nunca debió salir Temuco, darle una alegría a esa gente que en ningún lugar de Chile nos ha dejado solos”.
Supe que además de lo futbolístico, en Copiapó trabajaste mucho en lo social, ¿Qué nos puedes contar de ello?
“Sí, tuve la oportunidad por intermedio de un amigo que se llama José Ponce, él me comenzó a invitar a las poblaciones de Copiapó a ver los niños como participaban en torneos infantiles, y al mismo tiempo comencé a llevar a mi hijo Martín a las canchas para que fuera uno más de todos esos niños que tienen el sueño de ser jugador y comenzar a premiarlos también, con regalos de mi amigo Víctor González que tiene una tienda de ropa deportiva (ARTEX) y también que los niños se comenzaran a identificar con el club de su ciudad. Siempre les decía que ellos deben estudiar y respetar mucho a sus padres, porque ellos hacían un esfuerzo tremendo al sacarlos adelante; y cada vez que se podía me ponía a jugar con ellos.
¿Te gustaría trabajar en lo social una vez retirado del fútbol?
“Sí, me encanta trabajar con personas que necesitan y poder ayudarlos, que crezcan; y no porque son de población no puedan llegar a ser profesional, yo les cuento a los niños cada vez que doy charlas que nunca se den por entregados para conseguir sus sueños”.
¿A ti te costó mucho crecer en el fútbol?
“Sí, me ha tocado dar la vuelta larga, pero creo que soy muy afortunado de la carrera que tengo, porque en cada club que he jugado dejo mucha entrega y cariño a la gente, creo que por cada equipo que he jugado han sido los mejores de Chile en su categoría; le tengo mucho cariño a Trasandino de Los Andes que me ayudó a volver al fútbol profesional y a la U. de Concepción que me ayudó mucho en crecer, y a mi Copiapó ya que mi familia con los años se ha convertido en hincha de tan linda institución”.
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