Seguinos en redes:

Se especuló mucho. Incluso se pensó en suspender el partido por eventuales desmanes y actos de violencia. Pero finalmente primó la cordura. Se agradece un poco de cordura en medio de tantas declaraciones rimbombantes y show televisivo.

Sí, porque a diario los medios nos bombardean con malas noticias. Pero también hay buenas noticias. Tanto en La Serena como en Viña del Mar, las hubo. ¿La principal? La familia granate y ruletera dio una muestra más de que el problema de la violencia, si bien es real, está sobredimensionado. Primó la cordura, primó la paz, primó la alegría. Felicitaciones por el ejemplo.

El fútbol es eso, el fútbol perdería su valor sin la presencia de la familia en la cancha. La actividad se ha visto trastocada, incluso mancillada por intereses económicos que rayan en la locura, pero lo que se vio en la definición de la Primera B, sí con mayúscula, Primera B, llama a la esperanza y a la calma, a serenarse, a reflexionar, a entregar nuevamente el protagonismo a la familia del fútbol.

Cual rey Midas que todo lo convierte en oro, eso se ha hecho con el fútbol en los últimos años. Todo lo quisieron convertir en oro, sin importar los valores, sin importar la ética. Pero tal rey Midas, al final se vio la podredumbre. Convertir a la hija en oro, llevó al rey a llorar, convertir al fútbol en una parte más del mercado, amenazó de raíz, los principios de la actividad. No negamos que exista el negocio, pero no perdamos el foco, el fútbol es una actividad eminentemente social.

Por eso se habla de identidad, por eso de habla de familia. No importa el color, ya sea oro y cielo, albirrojo, rojinegro, albiverde, granate, lila…Da lo mismo el color de la camiseta, el fútbol es una fiesta y las fiestas son para reír, para disfrutar, para relajarse.

Lo que nos brindaron en la cancha Everton y Deportes La Serena fue digno de un final de un campeonato que se ha ido valorizando. ¿Y cómo le damos valor a la B? Con el ejemplo de los hinchas y también por supuesto, de los jugadores, esos que fueron las estrellas durante 180 minutos, esos que son el espejo de muchos niños que sueñan con imitar algún día a sus ídolos o simplemente celebran porque sus figuras son un ejemplo.

Ambos equipos demostraron temple, garra y dignidad. Dignidad y decencia en el triunfo y en la derrota. Hidalguía de ambas partes. Es cierto, hubo un jugador – Campusano- gravemente lesionado, pero fue una jugada de fútbol, no hubo mala intención. En las finales se deja el alma y estos guerreros lo demostraron.

Felicitaciones a Everton, felicitaciones a La Serena. Felicitaciones ambas hinchadas. Debe primar la cordura siempre en Chile porque el fútbol es una actividad que a todos nos pertenece y aunque mancillada y desprestigiada por la actitud de unos pocos, le pertenece a la familia del fútbol, y en las familias, aunque el aspecto económico es importante, no es y no debe ser el más significativo.

AUTOR ESPECIALIZADO
Periodista titulado de la Universidad de Santiago de Chile, con experiencia en medios de comunicación como TVN, Radio Biobio y el Canal del Fútbol. Co-fundador de primerabchile.cl Elegido por el círculo de periodistas de Chile como el mejor periodista de regiones del año 2023.

Compartir vía:

Facebook
Twitter
Facebook
WhatsApp
Email
Telegram

Otras noticias:

Otras noticias: