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A la luz de los resultados obtenidos por Naval en el último tiempo la salida de Mario Lepe de la banca era previsible, porque Ya corridas cuatro fechas del torneo de clausura, los del ancla solo han sumado tres derrotas y una jornada libre. Si a eso se le agrega que los dos últimos partidos del torneo de apertura también fueron vencidos, la decisión se justifica; pero, si el despido tiene relación directa con las críticas que hizo el técnico sobre la precariedad en que se maneja el equipo, no las comparto. Sobre todo, porque, cuando una escuadra no camina, no solo una persona es responsable, sino, el conjunto, y ahí también la dirigencia y los jugadores tienen algo que decir. Pero como todos sabemos, es más fácil remover al técnico.

Es cierto que Naval hace rato no tenía una racha tan negativa, un hecho que jugadores como Aseff y Barrientos incluso destacaron en una nota de prensa. Que su irregularidad era marcada y que además había perdido el respeto de sus pares que ya no lo miraban como una rival de estirpe. Pero no es menos cierto que Naval hace rato no está en la parte de la tabla, no da espectáculo y año tras año vemos a los técnicos pasar por Talcahuano sin éxito y lo que es peor trabajar con el mínimo de presupuesto. ¿Proyecto para ascender?…! Yo no veo ninguno!

Hoy, seguro se buscará cambiar el rumbo de la nave, buscar un nuevo timonel que le de nuevos aires, pero ¿tendrá quién venga las “condiciones mínimas” de trabajo que Mario Lepe criticó a la dirigencia? Ahora el tema de los refuerzos también fue “caldo de cultivo” para el término de la relación, porque el retorno de Matías Grandis y la llegada de Matías Di Gregorio no pasaron por la venia del técnico, además de ser tardíos.

En fin, sin refuerzos y con la idea de potenciar la cantera de Naval, comenzó el proyecto de Mario Lepe. Una apuesta que no resultó. Y que hoy pone un manto de duda sobre la real capacidad del estratega. Por ello, siento que Mario Lepe debió evaluar mejor el paso que dio. No porque sea Naval, sino porque las condiciones que entregan los equipos de la Primera B para trabajar, no tienen ninguna relación con las posibilidades que le otorgaba su antiguo club Universidad Católica.

Del pasto al barro hay diferencia y, muchos, con los años, olvidan aquello. A veces los deseos de volver a dirigir, eso sí, son más fuertes, pero hay que tener cuero duro en la B. La categoría no es fácil, los equipos son muy parejos, las canchas no son las mejores, los traslados tampoco los más dignos, pero la pasión es la misma y muchas veces más marcada que en Primera División. Por ello hoy naufragó Lepe, porque no estaba acostumbrado al mar de la primera B, que muchas veces, viene con fuertes marejadas…

Por Hernán Hernández /@SoyNano5

AUTOR ESPECIALIZADO
Periodista titulado de la Universidad de Santiago de Chile, con experiencia en medios de comunicación como TVN, Radio Biobio y el Canal del Fútbol. Co-fundador de primerabchile.cl Elegido por el círculo de periodistas de Chile como el mejor periodista de regiones del año 2023.

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