Por Gerardo Silva.
A propósito de los errores arbitrales del fin de semana recién pasado en la Primera División B del fútbol chileno, me parece necesario implementar el video arbitraje en esta categoría.
Vayamos por parte. Cuando se creó el VAR, se hizo con la intención de optimizar la justicia deportiva, si bien es cierto se han generado un montón de polémicas con relación a como se aplica; no podemos desconocer que la tecnología permite minimizar el margen de error.
La última fecha de la Primera B, estuvo plagada de gruesos yerros arbitrales. Patricio Blanca cobró un penal inexistente a favor de la Universidad de Concepción y en contra de Deportes Puerto Montt; el primer gol del campanil estaba además, fuera de juego.
Sigamos. Rafael Troncoso hizo lo propio, de manera ilusa, compró una actuación perfecta de Felipe Flores para sancionar un penal a favor de Club Atlético Barnechea, mientras el señor Víctor Abarzúa, a insinuación de su juez de línea Diego Gamboa, anuló un gol legítimo en los minutos adicionales a Deportes Santa Cruz.
Así las cosas, si nos ponemos exigentes al respecto, “los hijos del temporal” tendrían dos puntos más y no se encontrarían terceros en la tabla de posiciones y a tres unidades del puntero, sino que, segundos con una diferencia mínima con el líder, Coquimbo Unido.
Universidad de Concepción, en tanto, tendría un punto menos; es tan importante que el cuadro del campanil estaría fuera de la liguilla de promoción. Deportes Santa Cruz hubiese sumado un punto que los hubiese dejado dentro de la tan ansiada liguilla y de paso Unión San Felipe tendría dos puntos menos, situación que lo mantendría todavía muy mal posicionado.
He ahí la distorsión. Claramente la tabla de posiciones representa una realidad totalmente distinta a lo que efectivamente sucedió en el campo de juego. Y ojo que solo nos estamos fijando en la séptima fecha. Si a esto le agregamos otros errores de partidos anteriores, la tabla de posiciones y los rendimientos serían totalmente distintos, reflejaría de manera veraz los verdaderos rendimientos colectivos de cada uno de los equipos, en un campeonato tan competitivo y estrecho como el de nuestra Primera División B.
Es fundamental que el comité arbitral de la ANFP, que preside Jorge Osorio, tome las medidas del caso, recordemos que para esta temporada solo hay un ascenso directo a la Primera División y luego una liguilla que se jugará del segundo al quinto lugar, para que recién el ganador de ésta juegue con el antepenúltimo de la Primera División para intentar un segundo ascenso.
Como el premio es exiguo es necesario y oportuno que se le otorgue a la segunda categoría del fútbol chileno el apoyo tecnológico que ofrece el video arbitraje y así los árbitros de la categoría pueden minimizar el margen de error al que se encuentran expuestos, partido a partido, cualquier inversión que se haga con la finalidad de impartir justicia le proporcionará al fútbol chileno “El Salto de calidad” que necesita.
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