No había sido una semana fácil para Rangers de Talca. La derrota ante San Marcos en la jornada anterior provocó un remezón en la interna piducana. La directiva decidió la salida de Héctor Almandoz y confió la dirección técnica de los rojinegros a Víctor Rivero.
El estratega solo tuvo algunos días para preparar el duelo ante Ñublense en Chillán, pero fueron suficientes. Hizo lo lógico, apostó por colocar a los jugadores en sus posiciones habituales y el rendimiento del conjunto piducano se incrementó, quedándose con los tres puntos de manera justa, luego de doblegar futbolísticamente y también en el marcador a los “Diablos Rojos”.
Ya en los 9′, la visita tendría una excelente opción. Penal que Bruno Romo debe ejecutar en dos ocasiones – en la primera convierte pero se debe repetir por infracción de Comba. En la segunda intenta picar el balón pero lo manda por encima del travesaño.
Pese al golpe psicológico que significa perder un penal, los rojinegros – que vistieron de blanco – no se intimidaron y siguieron haciendo su trabajo. En los 36′ un desborde de Nicolás Trecco derivó en un débil manotazo de Sebastián Contreras, quien le dejó el balón servido a Sergio Comba. El artillero no falló y puso la ventaja transitoria.
En los 41′ Soto fue derribado en el área del dueño de casa y nuevamente se sancionó penal para los talquinos. Romo fue por su revancha y esta vez no falló pese a que Contreras consiguió adivinar el lado. El balón fue muy ajustado y Rangers se colocaba 2 a 0.
En la segunda mitad Ñublense, con más ímpetu que fútbol, conseguiría complicar en algo a la retaguardia de los maulinos. En los 56′ luego de una desinteligencia entre Jorge Sotomayor y Luis Aseff le permitió al argentino Lucas Triviño anotar el descuento.
Fue solo un accidente porque Víctor Rivero y compañía no estaban para zozobras. En los 69′ Juan José Albornoz realizó una gran maniobra individual, con una cucharita eludió a su marcador, la pelota le quedó a Guillermo Soto quien metió un calculado centro a ras de pasto y Comba con un toque sutil de taco cerró la maniobra. Golazo, el mejor de la fecha por elegancia y expresión de juego colectivo.
En los minutos finales Rangers tuvo el cuarto pero el palo se lo negó a Matías Campos López. Así llegó el pitazo final, respiro para el rojinegro que vuelve a creer en sus medios y sueña con recuperar los puntos perdidos para retomar el liderato. Ya avisó Víctor Rivero, quiere al menos diez de los últimos 12 puntos, tres ya están en su bolsillo.
