Definitivo: Lota Schwager no jugará este año en Tercera A. Tampoco podrá hacerlo en segunda división profesional, con lo que se verá obligado a entrar en receso por un año. Aprovecharán, según contaron desde el propio club a Primera B Chile, de ordenar aún más la casa para volver con todo. Esperan reaparecer en 2019 en la segunda división profesional.
¿Pero qué pasó, por que no tendrán competencia? Desde Lota aseguraron la semana pasada que se trató de negligencia de la ANFP, al demorar meses el envío de un certificado de no deuda del club ante el ente rector del fútbol chileno. Sin el documento, no pudieron cumplir a tiempo con los requisitos exigidos por ANFA. No quedó otra que bajar la cortina por un año. Así y todo, irán a tribunales.
Desde la directiva también hicieron un mea culpa. Reconocieron que quizás tuvieron un “20 por ciento” de responsabilidad, “por insistir tanto en jugar en segunda división profesional”. Pero en nada redime la lentitud de la ANFP para cumplir con los papeles solicitados con antelación por la “lamparita”. Por eso, llamaron la atención las declaraciones de Martín Hoces, gerente ejecutivo de Tercera División a Emol, donde atribuyó la culpa a la directiva minera.
“Este año no está considerado porque no cumplió. Descendieron en mayo del año pasado y no fueron capaces de reunir algunos requisitos, como tener personalidad jurídica, tener rut, tener certificado de no deuda de la ANFP. A ellos le dimos más plazo para entregar el cuaderno de cargos, hasta el 8 de marzo, y en esa oportunidad la documentación estaba incompleta. Así que no fue considerado en el fixture ni en el Consejo”, señaló.
“Tuve conversaciones con el presidente de Lota y a él le cuesta entender o reconocer que él también tiene un grado de responsabilidad importante. Él dice que el IND se demoró en otorgarle no sé qué cosa y que la ANFP no le pasó no sé qué. Pero no es responsabilidad nuestra ¿Cómo lo hizo Osorno o cómo lo hizo Trasandino, que cumplieron? Osorno descendió en noviembre-diciembre y llegaron con los papeles. Lota descendió en mayo, o sea tuvieron 10 meses para cumplir con los requisitos, y no lo hicieron”, agregó.
Por ahora, preocupa, tal como señalaron en el comunicado, resguardar el patrimonio de la institución. Tras el descenso por problemas económicos el año pasado, el club debe recibir por parte de la ANFP poco más de 15 millones de pesos, correspondientes a la garantía que pagó en 2017 para jugar en segunda. Se apaga la “lamparita”, aunque en la institución pretenden regresar con todo. Ejemplos hay, el más cercano, Deportes Concepción.
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