15 de octubre del año 2008 y Chile por fin, jugando por los puntos en selección adulta, lograba ganarle a la selección Argentina, dando un enorme paso en el camino al Mundial de Sudáfrica.
La “Roja”, que ese día estuvo a un nivel brillante, lamentaba eso sí, la lesión de Mark González, quien en un choque con un defensa trasandino sacó la peor parte, debiendo ser sustituido por Hugo Droguett.
El formado en Universidad Católica, no destiñó. Es más, participó en el origen del único gol del partido y le sacaron una pelota en la línea. Sin embargo, tras ese encuentro, no fue llamado más por Marcelo Bielsa, por entonces director técnico de la selección.
“Seguramente haya sido futbolístico, porque después hubo un partido en España y yo estaba nominado, pero me llamó Bonini, diciéndome que el cuerpo técnico había decidido que no viajara porque en ese tiempo en el Morelia jugábamos los domingos, entonces, que las conexiones no me iban a dar para llegar de buena forma al partido que era el día miércoles”, comentó Droguett en conversación con Primera B Chile.
“Obviamente le dije que bueno, que si la decisión era de ellos, que estaba bien. Hoy, que me han hecho esta misma pregunta, pensando, yo decía como era Marcelo Bielsa, seguramente mi error, creo yo, si es que el error es mío, es haber insistido en haber querido viajar. Como él era, que siempre había que hacer las cosas y no dejarlas pasar, con el tiempo he pensado, capaz que ahí puede haber estado mi error, pero no sé“.
“Sabiendo como él era y que siempre quería que los jugadores estuvieran, pasara lo que pasara, probablemente siento que puede haber sido eso, pero no lo sé, es difícil saber si fue eso o si ellos decidieron que yo no participara más“, detalló Droguett.
Sobre su desempeño ante los argentinos, indicó que “tuve la suerte de entrar y no guatear, el partido estaba a 2 mil por hora. Casi ni calenté, por suerte en la primera trabada, que fue contra Mascherano, eso me llenó de confianza y pude mantener el nivel.
De paso, comentó como era trabajar con el argentino en Juan Pinto Durán. “Hasta el momento en que yo estuve, era super lejano, no comía con nosotros, tenía todo super planeado, entrenábamos a las 10 y estábamos siempre con el profe Bonini y con Berizzo. Tenía todo tan planificado que llegaba a las 10:20 a la cancha y todo empezaba a andar. De repente, de la nada, él desaparecía, el entrenamiento había terminado y ya no estaba. Se iba seguramente a analizar el entrenamiento, tenía lleno de cámaras por todos lados…
“Era como un robot, desaparecía y no lo veías más, hasta que te llevaba a una charla personalizada a su oficina…las cosas que hacía, es de un loco lindo, un par de veces, te dan ganas de salir a caminar en Pinto Durán, si te agarraba chao, te hablaba como tres horas de fútbol, inconscientemente, uno no quería encontrárselo, vueltas, vueltas y vueltas y te hablaba de fútbol.
Puedes revisar la entrevista completa acá.
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