El pasado 12 de septiembre, finalmente, Sebastián Villegas fue operado de las múltiples fracturas que sufrió jugando en Copa Chile con Deportes Antofagasta frente a San Marcos. Literalmente, se jugó la vida en un balón que disputó con Matías Campos López. La pelota iba a ser rematada por el atacante, cuando Villegas metió la cabeza y recibió el golpe.
Las consecuencias de la patada – involuntaria – fueron terribles. Una fractura en el cráneo, otra en la nariz, en el pómulo y en la zona de la ceja. Primero fue internado en Arica, luego derivado a Santiago. Esperó varios días, hasta que fue intervenido. Seis horas duró la cirugía, por la que aguardó prácticamente tres semanas.
“Dijeron que había salido todo bien, solo tengo que esperar que baje la inflamación”, comentó Villegas, quien dejó el hospital el viernes pasado, recibiendo el alta tres días después de la operación.
Ahora deberá afrontar otra espera, mucho más larga que la anterior. No será fácil volver a las canchas, las secuelas quedarán, en lo físico, pero sobretodo en la parte emocional. “La recuperación es solo esperar y ver como evoluciono, esperar que se unan nuevamente los huesos. Lo más delicado es el factor psicológico ya que ante un accidente de esta magnitud lo más importante es mantener la fe”, asegura.
Sin embargo, afirma estar decidido a regresar a las canchas. Nada lo detendrá. “Para volver, son cuatro meses después de operado, de todas maneras todo depende de como vaya evolucionando. Es mi pasión, quedó demostrado en la jugada del accidente, obviamente hay que evaluar todo lo que significa pero quiero volver a jugar”. El tiempo, como suele hacerlo, traerá respuestas.
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