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(Opinión y debate) ¿ Por qué perdió la “Roja” ante Paraguay?

La selección chilena sufrió un duro traspié frente a su similar de Paraguay en el camino a Rusia 2018. Fue un 3 a 0 inapelable, jugando en casa y ante un equipo que en el papel, jugador por jugador, es menos que la escuadra nacional.

Los últimos diez años de Chile han sido de ensueño: dos participaciones en mundiales, dos títulos de América y una final de la Copa Confederaciones. A esta última, se llegó tras una brillante demostración de Claudio Bravo en tanda de penales ante Portugal.

Nos detenemos en la actuación del capitán porque Bravo además, fue preponderante en aquel partido con su arenga en la previa de los lanzamientos desde los 12 pasos: “Apoyemos a los compañeros, pase lo que pase nos vamos con la cabeza en alto”, dijo en esa ocasión.

Bravo estaba poniendo en discusión el punto central: el fútbol es un juego de equipo, el conjunto está sobre lo colectivo. Ellos mismos se han encargado de demostrarlo en reiteradas ocasiones. Bielsa sacó en su momento a Vidal de la selección porque no cumplía lo que él esperaba – ponía al grupo por delante – Chile no contó con el propio Vidal en la semifinal de la Copa Centenario y le ganó a Colombia con propiedad: el grupo siempre ha sido lo más importante.

Al margen de los análisis tácticos que se puedan hacer, Paraguay le dio ayer a Chile, una dosis de su propia medicina. Si este no es el Paraguay de Chilavert, del “colorado” Gamarra, de José Saturnio Cardozo, por nombrar a algunas figuras de la albirroja: este es un conjunto en construcción que puso por delante los intereses del equipo antes que las individualidades. En su estilo, corrieron, metieron y lastimaron (futbolísticamente hablando): así se van edificando los grandes, respetando su esencia.

No se trata de hacer escarnio público de la “Roja”, nos han dado satisfacciones que muchos chilenos tal vez ni siquiera soñamos. Quizás nos “mal acostumbramos”. Claro se puede jugar mal, pero lo que ayer pasó fue más que una simple mala jornada, Chile extravió la esencia que le ha permitido codearse con los grandes del mundo: el espíritu de equipo. Sánchez, cabizbajo, nunca entró de lleno en el partido, faltó también una voz que pusiera la calma.

En los grupos llamados a marcar historia, las grandes derrotas suelen preceder a los grandes triunfos. Ya lo vivimos con los penales en Brasil, cuando otra vez nos faltó la “chaucha” para el peso. Se sacaron lecciones y Chile además de un equipo poderoso, se convirtió en uno ganador, levantando dos copas ante una selección que siempre nos había derrotado.

Se pueden realizar muchos análisis, la estrategia tampoco fue la mejor, la prensa, con su ánimo de vender, inventa teleseries y las termina a su antojo – esta semana fue el traspaso de Alexis y el caso “Monticello” con Vidal – no se engañe señor lector, eso solo tiene un propósito: vender. Los titulares tras una caída los conocemos de memoria.

Se puede decir que Alexis estuvo bajo, que tiene la cabeza en otra parte, que Vidal no estuvo en su nivel y especular con lo que pasó afectó su rendimiento. Serán meras especulaciones, lo cierto es que Chile falló como conjunto, pero como conjunto tiene las armas más que suficientes para ganar en La Paz y quedar cerca de otro mundial. Saquemos la lección: no gana Vidal, no gana Sánchez, no gana Medel, no gana Bravo, gana Chile: eso hay que recuperar muchachos, las condiciones las tienen de sobra.

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AUTOR ESPECIALIZADO

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