Años atrás se decía en Talca: “ser talquino es ser ranguerino”. Vale decir, Talca y Rangers iban de la mano, Rangers y Talca, se identificaban el uno con el otro.
Bueno, hoy la realidad es distinta. El lector juzgará si mejor o peor; lo cierto es que es distinta. Tras la quiebra y posterior remate, Rangers pasó de ser, Rangers de Talca a ser Rangers de los Pini; luego Rangers de Yungue y ahora, Rangers de Felipe Muñoz.
El club ha ido perdiendo identidad con la ciudad. Los fracasos deportivos han alejado al hincha. Hoy, no convoca más de 2 mil personas; triste para un club que ha sido capaz, en su historia, de congregar a más de 20 mil almas en un solo recinto.
Lo cierto es que el modelo de sociedades anónimas ha generado solo frustraciones y en Talca, comienzan a abrir los ojos. Es simple, los clubes son de la gente. Nacieron por y para la gente y por mucho que los hayan privatizado y de paso, se embolsen los dineros que ese amor genera -a través del CDF- hay gente con memoria que sabe que los clubes les pertenecen.
Les decía, en Talca comienzan a despertar y a identificar cual fue el error: privatizar el club. Mire el debate que está instalando en la conciencia del hincha rojinegro.
Para ampliar, compartimos algunos de los comentarios expresados por los hinchas rojinegros.
La paciencia se agotó, los fracasos colmaron al hincha; en Talca se comienza a hablar de retalquinizar a Rangers; es necesario, su dueño ni siquiera vive en la ciudad, al más puro estilo de los hermanos Pini. El tiempo dirá si las palabras, dan paso a la acción.
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