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Desde hace muchos años que en Chile está acuñado el concepto de “equipo grande” y “equipo chico”. Los primeros, con sus estanterías rebosantes de copas y triunfos, partidos legendarios en el extranjero, seleccionados y grandes hinchadas. Los segundos, con una que otra copa obtenida hace mucho tiempo, generalmente sin la posibilidad de haber competido en el extranjero y una larga historia donde los sinsabores superan a las hazañas de las que hablan los fanáticos del fútbol.

Y cuando un equipo grande enfrenta a un equipo chico suele existir una realidad distinta para los hinchas de cada uno de estos rivales. Para el fanático de un equipo grande, acostumbrado a ver a su club peleando palmo a palmo contra otros grandes del país o del continente, este es un partido más, un número adicional en su largo registro de partidos disputados. Para el hincha del equipo chico generalmente es al revés: este partido es otra página en la historia, una victoria podría ser recordada por años y pasar a ser parte de la leyenda carente de éxitos de su club.

San Luis de Quillota saldrá este domingo a intentar escribir una nueva página en su historia. Al frente tiene a un rival que en los números lo vence de manera aplastante: 38 encuentros oficiales disputados, con 28 victorias albas, 5 empates y tan solo 5 victorias para los canarios. ¿La última de ellas? En la primera fecha del torneo de primera división de 1964. Hace casi 50 años atrás.

El peso de la historia es aplastante. Los amarillos han caído goleados en varias oportunidades por el multicampeón del fútbol chileno. Una historia de derrotas que tiene, en aquellas 5 escuálidas victorias de San Luis un par de páginas legendarias de la historia del cuadro quillotano. La más importante de ellas el año 1962.

Era el año del mundial de fútbol, el año de la efervescencia. En ese entonces San Luis gozaba de sus mejores años en el fútbol profesional, lo que sin embargo está muy lejos de catapultar a los canarios a una categoría de “equipo grande”. Deambulando siempre en los puestos secundarios y luchando constantemente contra el descenso, el cuadro de la ciudad de las paltas llegaba a la última fecha del torneo en último lugar, 1 punto detrás de Ferrobádminton. Y en la última fecha los canarios recibían a Colo Colo, mientras que sus rivales recibían a la UC.

Al final del primer tiempo, todo parecía estar sentenciado en el estadio Municipal Quillotano. Los locales caían 3×0 ante los de Santiago, y San Luis parecía condenado irreversiblemente al descenso. Sin embargo, algo pasó en aquél camarín que hizo que los jugadores se olvidaran de la historia y salieran con todo a doblarle la mano al destino. 5 goles en el segundo tiempo contribuyeron a escribir una de las gestas más heroicas en la historia de San Luis. Dice el mítico Pepe Silva (ex jugador de aquellos años y hoy aguatero del club) que las celebraciones en la capital de la provincia duraron casi una semana. De seguro, para Colo Colo fue un partido más.

Y este domingo, 49 años después, este grupo de jóvenes que ha sorprendido a toda la prensa especializada está dispuesto a volver a torcer la historia. Con un Colo Colo atravesando la que es quizá una de sus peores crisis como institución y con los canarios encumbrados en lo más alto de la primera B, la hinchada quillotana sueña con una gesta que pueda ser recordada por años y años. Es de esperar que así sea.

Por Luis Montenegro/ @luismontenegro7

AUTOR ESPECIALIZADO

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