Por: Francisco Zamora
Hace más de una temporada el arco de los “Leones de Atacama”, Deportes Copiapó, está resguardado por un hombre que ha vuelto a reinventarse luego de pasar momentos complicados en el fútbol; es por ello que en nuestra sección conoceremos en profundidad a Guillermo Orellana, uno que ha vuelto a disfrutar el fútbol.
Guille, buen día. ¿Cómo te has sentido este tiempo en Copiapó y el alza que vienes experimentando en tu rendimiento en el pórtico?
“Bien gracias a Dios; contento de estar en Copiapó, la gente me hace sentir muy bien, por el cariño que me demuestra todos los días y los fines de semana”.
Que bueno, igual ha sido un proceso complejo ya que estuviste sin club. ¿Cómo manejaste esa situación y que te dio tranquilidad para seguir adelante?
“Lo más importante cuando a uno le toca estar sin club es la familia; para mí la familia es lo más importante, ellos día a día me alientan a seguir. Tengo una esposa apañadora y unos padres que día a día están conmigo, ellos son los que me alientan junto a mi hermano e hijos a que nunca bajes los brazos”.
Es clave la familia… Ahora cuéntanos cuáles son tus principales características en el pórtico y como se ha ido dando confianza al resto de la defensa.
“Mis características son de un arquero muy rápido para achicar, y tener lo más importante, una buena posición en el arco, que los años me han llevado a ganar más experiencia y en el tema con mis centrales siempre la motivación es lo más importante, siempre les digo que tengo “los mejores de la división”. Aunque este comienzo no ha sido de los mejores tenemos los mejores jugadores en todas las líneas”.
Dentro de tus años como jugador. ¿Cuál ha sido la anécdota más divertida que te ha pasado?
“Cuando estaba en cadetes en Cobresal, y estábamos jugando contra el “Chago” (S. Morning) y la pelota sale, y para ir a buscarla atrás del arco de Quilín había que saltar unos matorrales, y cuando venía de vuelta calculé mal y me saco la cresta…. pero me caí mal, en pleno partido; me maté de la risa y mis compañeros estaban picados, porque aparte íbamos perdiendo, pero todos en Quilín se mataron de la risa jajaja… Hasta el árbitro me dijo “párate weón”.
¿Cuál es el gol que quisieras olvidar?
“Jugando por la U. de Concepción, contra la U de Sampaoli, uno que me hace Duma, en Santa Laura, que pensé salir jugando rápido y se me pasa por debajo de las piernas, esto fue el 2012”.
Cosas del fútbol… ¿Y tú partido inolvidable?
“Con Coquimbo cuando ganamos el último partido a Barnechea y salvamos la categoría; ese partido ha sido el mejor que he vivido, por la gente de Coquimbo, que nos hizo un banderazo con más de 8000 personas antes de llegar al estadio”.
¿Eres un hombre de cábalas?
“Si, muchas”.
¿Hay algunas que nos puedas contar?
“Si, la más evidente, cuando estábamos peleando el descenso con Coquimbo mi hija Martina me regaló unas conchas para que las ponga en los palos del arco y desde ese día esas conchas me han acompañado en los equipos que defiendo”.
Que lindo…
“Si, ella dice que son mis ángeles que me protegen los palos”.
¿Hay algún arquero que mires como referente o te haya marcado en tus inicios en el fútbol?
“Me gusta mucho Herrera y el “Tigre” Muñoz, me tocó trabajar con él en la U de Concepción y me gustaría llegar a su edad jugando, es un excelente profesional. Igual Peric, ellos son referentes a su edad”.
¿Algún sueño que cumplir en lo profesional?
“Volver a primera, ese es mi sueño, que mi hijo Martín me vea atajando en primera, ya que mis dos hijas lo vieron”.
Genial. Que mensaje le dejas al hincha copiapino.
“Que muchas gracias por el cariño que me tiene, en estos dos años a su lado me han hecho sentir como en su casa”.
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