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El fútbol chileno sigue caminado hacia el despeñadero: intereses cruzados entre controladores de clubes, poder ilimitado de representantes y también la violencia que se apoderó de varios estadios. Lo peor es que cada día se normaliza aún más la situación. Simplemente, parece ser que nadie está dispuesto a ponerle el cascabel al gato.
En el partido por Primera División entre Universidad Católica y Ñublense, volvió a imponerse la violencia. En los minutos finales del duelo jugado en Santa Laura, desde el sector en que se encontraba la barra de la UC, se lanzaron fuegos artificiales. El partido estuvo interrumpido por varios minutos.
Fue en ese momento cuando el arquero de Ñublense, Hernán Muñoz, en diálogo con el capitán de Católica, Fernando Zampedri, planteó la pregunta que nos hacemos todos cuando pasan estos incidentes.
“A nosotros los jugadores nos revisan hasta los autos y no podemos pasar ni botellas de agua y estos hueones pasan todo ese tipo de hueas, pasan fuego, de todo…¿Quién entiende eso? A las familias de nosotros las revisan todas, las carteras“, expresó Muñoz.
El mundo al revés en el fútbol chileno. Se continúa alejando a la familia del estadio y el Plan Estadio Seguro sigue ratificando que es un completo fracaso.
Fotografía captura de pantalla TNT Sports.
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