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Humildad, sencillez, convicción y también autocrítica: parte de la filosofía de Miguel Ponce que llevó al éxito a Deportes Iquique. El estratega conversó en extenso con Miguel Araya para PrimeraBChile y reveló detalles de lo que fue su trabajo en la tienda celeste, un proceso que terminó con el regreso de los “dragones celestes a Primera División.
En primer término, Ponce resumió en el dramatismo del partido, toda la historia de la ciudad que respalda al conjunto celeste. “En lo épico del partido, es como un resumen, de como Iquique, una ciudad lejana y uno lo va comprendiendo de como sobreviven la historia y uno se pregunta, a la gente que es de Iquique, como sobrevivían en la época antigua, lejos de Santiago y tenían que salir de las crisis económicas, de todo, solos, solos y esa fortaleza, también a uno lo identifica, a la mayoría, a algunos los comprendo menos, a los que entienden que el fútbol es vida o muerte, para mi no ha sido vida o muerte, para nada, es una herramienta que me ha dado la forma de vivir, pero para mi no es vida y muerte”, apuntó el “estratega”.
En ese mismo sentido, expuso que “siento que esos pocos, que algunas veces no nos hemos llevado bien y aquí a los jugadores no los han hecho pasar bien y a la gente del club no la han hecho pasar bien, tienen que entender que la forma positiva es mucho mejor, hay otra forma de ser fanáticos, otra forma de pensar que eres importante”.
La campaña no fue sencilla. Hubo altibajos y también críticas, de los hinchas, por supuesto también de los medios. “Yo comprendo su trabajo, es parte del análisis, pero eso no quiere decir que vaya a influir en mi, una de las cosas que más cuido es que mis decisiones son mis decisiones y me las banco cuando no dan resultado y me las banco y no le echo la culpa a nadie, nunca, de todos los clubes en que he estado, si alguna vez le he echado la culpa a alguien, nunca, me la banco, pero no de porfiado, si no que porque yo siento el fútbol así, no lo siento de otra forma, donde la pelota es tuya, donde el protagonismo, si me lo dan, me lo tomo, si voy de visita juego de igual a igual y es así, no es que no tenga otra forma, es la forma de vivir, ir para delante, ser valiente, ser convencido cuando las cosas no funcionan, que te griten el garabato, la chuchá cuando no funciona, eso es parte del cuento, no me influye mucho“.
En esa dirección, comentó además que “lo único que me ha enseñado la vida es que uno tiene una convicción, no ser tonto, no porque sean mis convicciones chocar contra la pared y eso ha sido la confianza con la gente que trabajo, soy muy abierto para trabajar, cada día soy menos cerrado, cada día pienso que sé menos de fútbol y por ende con toda la gente que trabajo, tienen opinión, en la oficina mía, tienen todos opinión y las considero”.
Consultado sobre su mérito en la existosa temporada de los iquiqueños, expuso que “liderar, creo que liderar es muy difícil, provocar un cambio también, yo lo dije en la conferencia de prensa, a mi me gusta mucho la competencia, me cuesta mucho entender a los jugadores cuando no les importa perder un tenis fútbol, cuando no me dan un pase bien, cuando la pelota era a la cabeza y no te llega a la cabeza, hay cosas muy simples que a mi me molestan y que trato de transmitirla con el mayor respeto, que es la competitividad, porque la obligación de ganar tiene muchas dificultades”.
“No se trata de tener el mejor grupo del mundo, si no del más competitivo y el más ganador, el más humilde, cuando tú te equivocas tienes que aceptar que te equivocas y cuando no eres el mejor, tienes que aceptar que no eres el mejor, sin duda, ese es el liderazgo“, sentenció Ponce.
Fotografía Fabián Cejas/primerabchile.cl
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