Fue importante el apoyo del hincha rojo. Como en tantas ocasiones, la hinchada de Ñublense respondió, se olvidó de la mala campaña y respaldó a su equipo que vivió una temporada negra, para el olvido. Al menos, consiguieron la permanencia aunque se ha hecho ya habitual, ver a Ñublense peleando en los últimos lugares al cierre de temporada.
El cuadro que dirige Germán Cavalieri, tuvo como rival a otro equipo que estaba complicado y que no se podía dar el lujo de perder en el Nelson Oyarzún Arenas. Finalmente, fue un empate que también le sirvió a Deportes Copiapó para asegurar la presencia en Primera B de cara a la temporada 2019. Eso sí, no estuvo la jornada no estuvo exenta de sufrimiento.
Claro, porque cuando se jugaban los 15′ de compromiso, Sebastián Varas marcaba el primero de la tarde, tras una rápida contra encabezada por Michael Silva, quien metió un centro a medias contenido por Guillermo Orellana. El “rata”, con su olfato goleador capturó el rebote y de cabeza inauguró las cifras.
La tensión se sintió en el visitante, que poco después se enteraba que a esa hora, San Marcos le estaba ganando a Wanderers, aunque ese resultado se mantuvo por escasos minutos. Ya en el complemento, en los 74′ de juego, Sebastián Ramírez de lanzamiento penal, marcaba el empate que le daba tranquilidad a un Copiapó que a esa altura jugaba con 10 hombres debido a la expulsión de Nicolás Sandoval quien en una torpeza, le tiró un pelotazo a un jugador de Ñublense que yacía en el piso.
Sabiendo que a esa altura, Wanderers derrotaba a San Marcos, ambos equipos protegieron sus arcos y se neutralizaron, a la espera de un pitazo final que pusiera término a un campeonato lleno de sufrimiento para ambas instituciones. Mucho tendrán que mejorar de cara a la próxima temporada.
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