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Emocionante, infartante, polémico, caliente. Faltan calificativos para definir lo que fue un tremendo partido de fútbol, opacado solamente por las agresiones que jugadores e hinchas de San Luis de Quillota sufrieron una vez terminado el partido. Una lamentable situación que se está haciendo una triste costumbre cada vez que los Quillotanos visitan la puerta norte del país.
Pero en la cancha se esperaba una guerra futbolística y el partido entregó todo eso y más. Con un tiempo para cada uno, los “bravos del morro” se impusieron con un penal en el minuto 95′. Claudio Latorre, al igual que en 2012, aprovechó la ocasión y dejó a los celestes a 5 puntos de los canarios, que sufrirán las importantes bajas de sus dos centrales de cara al cotejo con Coquimbo Unido en la cuarta región.
Fueron los punteros los que arrancaron con mayores intenciones en la primera fracción y pegaron el primer mazazo en el minuto 21′, cuando Elías Borrego se despachó un zapatazo que dejó sin reacción al golero Muñoz. Los locales, presionados por su gente, acusaron el golpe y no encontraban reacción ante un cuadro que buscaba el 2-0 y que lo tuvo en más de una ocasión, siendo la más clara de Álvaro Césped en el minuto 32′. Arica recién vendría a tener una clara a los 34′ cuando Sebastián Rivera desvió por centímetros un remate al palo izquierdo de Fernando De Paul.
Con un San Luis que dominó las acciones en la primera mitad ambos equipos se fueron al descanso, y el café estuvo muy cargado en el camarín de Marcoleta. El avezado técnico puso a Daniel Briceño por Rivera y la modificación le cambió la cara totalmente al cotejo. Los nortinos se fueron con todo al empate y encontraron justo premio al minuto 9, cuando tras un tiro libre, Francisco Silva le ganó la marca a Vicencio y de cabeza sentenció el empate. De ahí en más se sucedieron una y otra vez las oportunidades para los locales, que sabían que debían ganar para poder pelear algo en el clausura. Luego del 1-1 Ponce mandó a la cancha a Francisco Ugarte por Álvaro Césped. en un cambio que poco entendía la hinchada visitante y que traería consecuencias. Al menos 4 ocasiones claras tuvo el elenco local pero De Paul se lucía una y otra vez para evitar el desequilibrio en el marcador. Y cuando mejor jugaba “el bravo”, fue la visita la que nuevamente se puso en ventaja.
Una bonita jugada colectiva de Borrego terminó en un centro de Pacheco que cabeceó Martínez para desatar la alegría de los cerca de 30 hinchas que viajaron sacrificadamente a la puerta norte del País. Sin embargo la alegría duraría menos de 2 minutos pues San Marcos lograría el empate, desatando de paso la primera gran polémica del cotejo.
Los jugadores canarios reclamaron airadamente una mano de Joel Estay en la jugada previa al gol de Renato González, siendo Boris Aravena y Jean Meneses amonestados. De ahí en más el cotejo se puso al rojo vivo pues ambos elencos buscaron con todo la victoria, sucediéndose las llegadas a uno y otro lado de la cancha 3 del Dittborn.
Hasta que en el minuto 94′ se vuelve a repetir la historia. como lo fue el 2012. Penal de Francisco Ugarte y Patricio Blanca expulsa de pasada a Boris Aravena (antes se había ido expulsado Coronado en el local). Claudio Latorre se pone frente al balón y desata la euforia de la hinchada ariqueña. No había tiempo para más y Blanca sentenciño la victoria ariqueña y de pasada el fin del invicto canario, el segundo más largo en su historia profesional.
Lo de después queda para el triste registro de la violencia en el fútbol chileno. Como ha sido la triste tónica de las últimas 3 visitas a la capita de la 15° región, la hinchada local las emprendió contra los jugadores e hinchada visitante, agrediéndolas ante la pasividad de carabineros. Una escena que todo buen hincha del fútbol debería repudiar.

AUTOR ESPECIALIZADO

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