Se respira tensión y sobre todo, se abre un colosal signo de interrogante respecto a que va a acontecer en el consejo de presidentes de este viernes. Ya es prácticamente un hecho que no se retomarán los torneos y por lo tanto, falta definir las fórmulas para ascensos y descensos, si es que los hay.
En la B hay equipos muy preocupados. Santiago Wanderers clama por justicia deportiva, mientras algunos tienden a inclinarse por la opción de una superliga. Se avizora un consejo muy discutido.
En segunda división en tanto, también miran lo que va a acontecer este viernes. La división es el “patito feo” del fútbol chileno: no tiene apoyo económico de la televisión y no tiene derecho a voto en el consejo.
Por lo mismo, quisimos saber como miran desde esa perspectiva, el panorama actual y conversamos con Francisco Arrué, técnico de Colchagua, elenco que pelea el ascenso a Primera B con San Marcos de Arica.
“Incertidumbre pensando en que va a pasar, uno quiere pensar en que van a ser lo más justos posibles. Como institución se han hecho las cosas super bien durante todo este año, tenemos los mismos problemas que tiene Arica, Cauquenes, todos los clubes, pero también entendemos que tiene que haber justicia deportiva”, afirma en el inicio de nuestro diálogo.
“Quedan cuatro partidos, queremos ascender y esperamos que mañana en la ANFP se tome la mejor decisión. Con Arica hemos ido peleando prácticamente todo el torneo el ascenso, nos gustaría si toman alguna decisión que pudiésemos subir, pero si no es así, que sea lo más justo y que en cancha se decida”, agrega.
Incluso plantea que en segunda división se puede jugar. “No lo veo inviable, jugamos el viernes pasado contra General Velásquez, clásico rival, mucha gente y no pasó nada, jugó San Antonio con Cauquenes y tampoco pasó nada, me parece que en esta categoría no debiese haber problemas, creo que si se podría jugar, pero si no es así, esperamos que el consejo de presidentes tome en cuenta esta categoría y estos dos equipos que han luchado durante todo el año, la diferencia es de solo un punto“, manifiesta.
El punto es que la B no se reanudará. Entonces si se llegase a jugar la segunda división, se generaría un desajuste en el número de participantes en el ascenso, la próxima temporada.
“Por eso nos gustaría que realmente se analizara bien la situación de la segunda división profesional, somos la categoría que menos recursos tiene y hoy como están tan de moda la conciencia social, se analizara un poco más a nuestro torneo y subiera a los que tienen que subir, independientemente como sea, para mi lo ideal como entrenador es que se termine en cancha, pero si no es así, no nos parecería justo que subieran a uno o que no subieran a ninguno”.
Respecto de la superliga, Arrué es tajante. “No me parece para nada, me parece injusto también, porque esta categoría la solventan los presidentes, los dueños de los equipos, solamente con recaudaciones, publicidad, cero apoyo de la ANFP, sería muy injusto que no premiaran a los que hicieron bien las cosas durante este año, si desean hacer una superliga, los más perjudicados nuevamente, serían los equipos de segunda y eso me parecería una brutalidad“.
Arrué ha tenido el tiempo de conversar con su colega de General Velásquez, César Bustamante. “Las opiniones son las mismas, creo que todos los técnicos piden lo mismo, que haya justicia en las decisiones y que los equipos sean lo menos afectados posible”.
Ahora, el consejo de presidentes, tienen la palabra, aunque seguramente, varios quedaran lastimados. La segunda puede opinar, pero sus puntos de vista no se reflejan en los votos. Una injusticia, porque pertenecen al fútbol profesional chileno.
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