Ya hay campeón en la Primera B de Chile. Pero aunque suene extraño, el festejo en Unión La Calera está contenido, aún no puede celebrar. ¿Pero cómo? dirá usted, si los títulos se celebran. Expliquemos esta nueva genialidad de los “organizadores” de nuestra competencia.
El sistema de campeonato entrega estas particularidades. La temporada pasada fue un desastre y remataron últimos. Como no hubo descenso y se aplica la tabla ponderada, en el coeficiente de rendimiento, los cementeros tienen 46 puntos, lo que les da ponderado de 1,12.
Esos números le permiten superar a Deportes Valdivia, Cobresal, Ñublense e Iberia, pero está al alcance de todos. El “Torreón” es colista con 1,07- 44 puntos- y comparte el lugar con los mineros, 1,07 que tienen 14 unidades pero ponderan distinto porque participan desde este semestre en la B. Los “Diablos Rojos” también acumulan esa ponderación y la azulgrana tiene 1,09 con 45 positivos.
¿Qué pasa si Unión La Calera termina último? Ser monarca de la competencia no le servirá de nada, se irá a segunda división profesional, eso si el TAS no dice otra cosa porque además, hay un reclamo de los caleranos ante este tribunal, demandando que baje el último del transición y no el de la tabla ponderada. ¿Argumento? Aseguran que las reglas del torneo se cambiaron sobre la marcha.
Cosas de nuestro fútbol, un campeón que no puede festejar. Sería mucho más sencillo si se jugara un torneo largo, los dos primeros ascienden, tercero y cuarto a liguilla de promoción y el último desciende. Pero no, como lo que prima es el interés económico, hay que hacer lo que sea para permanecer entre los 32 privilegiados en que se ha convertido este club llamado ANFP. Reglas ridículas.
Fotografía www.efectocementero.cl
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